Fabricación de herramental y prototipos

En 1983, Standard Tool & Die en Stevensville, Michigan, comienza a hacerse una reputación como fabricante de herramental y prototipos de alto nivel para las industrias automotriz, de electrodomésticos y de mobiliario. El suroeste de Michigan cuenta con una gran población de artesanos de herencia alemana, lo que la ha convertido en una ‘metrópolis de matricería’. Algunos de ellos están reconocidos como los mejores del mundo. Estos trabajadores, en conjunto con una gerencia sólida, le han dado a Standard una reputación mundial para herramental único.

La empresa se enorgullece de ser un taller completo para clientes selectos, donde se ofrecen servicios de prueba, troquelado y fundición en una planta de 5000 m2. La división de moldes fabrica moldes de inyección y de fundición de cualquier complejidad, mientras la división de desbarbado ofrece opciones de diseño y construcción para máquinas desde las más complejas hasta las más sencillas. Trabajan 60 empleados en dos turnos, por seis días a la semana. Para la pieza y el herramental, Standard se encarga de hacer diseños robustos que garanticen la producción y la calidad de la pieza. En el área de prototipos, una ingeniería eficiente y capacidades de mecanizado de alta velocidad posibilitan hacer herramental de prototipos rápidos y tener piezas de muestra en unas pocas semanas. Para este taller, valorado en US$13 millones, más de 75% de su trabajo viene de un grupo leal de clientes constantes. “Normalmente cotizamos unos 1000 trabajos en un año y aunque un gran porcentaje viene de los mismos clientes una y otra vez, también se observan nuevos trabajos”, comenta Charlie Kreitner, supervisor de planta de Standard.

El éxito de la compañía se puede atribuir a la consistencia: una fuerza de trabajo consistente, un proceso consistente y bien pulido para el procesamiento de órdenes de trabajo, calidad consistente y valor consistente.

En Standard, todas las órdenes comienzan con una reunión de proceso donde intervienen Kreitner, un ingeniero, un matricero y el representante de ventas. El equipo discute cómo se va a desplazar la herramienta en la planta desde el principio hasta el ensamblaje final, tomando en cuenta los procesos que se utilizarán, desde fresado y torneado hasta electroerosionado, acabados e inspección de calidad. La meta es remover la mayor cantidad de material posible con procesos de arranque de viruta. Por ejemplo, si pueden eliminar ciclos de electroerosionado y sus inspecciones respectivas, se pueden ahorrar hasta ocho pasos del proceso.

El software CAD/CAM desempeña un papel importante
En Standard Tool and Die se utilizan las últimas tecnologías de diseño 2D y 3D para garantizar especificaciones de diseño consistentes o mejores que las expectativas del cliente. Los programadores cuentan con el último y más rápido hardware disponible para que los trabajos puedan ser procesados rápidamente. Standard usa un proceso automatizado para el seguimiento de los trabajos. Los datos fluyen en tiempo real desde las máquinas CNC de Standard a la red, lo que ahorra tiempo y elimina esfuerzos duplicados. Un sistema completo en la intranet incluye programación, listas de órdenes de trabajo, requisiciones e historial de trabajos; todo esto, junto con otros datos, hace que la operación de Standard sea más productiva. Si añadimos automatización en celdas en planta, el resultado es una capacidad incrementada y la habilidad de ser flexibles al establecer prioridades que respondan a las necesidades cambiantes propias de la operación.

Desde 1993 la compañía se ha apoyado de manera importante en sus 20 máquinas Milltronics y más recientemente en su torno de bancada inclinada. Standard ha añadido sistemáticamente máquinas que se adapten a los diferentes tamaños necesarios. Con una mesa de 1425 mm x 610 mm y recorridos de 1270 mm x 760 mm x 610 mm, el VM30IL mecaniza las piezas más grandes. Para trabajos pesados, el equipo prefiere el VM30XP. En el trabajo del día a día, varios VM22 llevan la batuta, mientras las VM17 son utilizadas para trabajos de detallado más que cavidades o trabajo en 3D. El equipo de Standard está complacido con la versatilidad de sus centros Milltronics. “Dependiendo del tamaño de la pieza, podemos correr cualquier trabajo en cualquier máquina –dice Kreitner–. Los controles son muy amigables. Nuestros operadores hacen gran parte de la programación directamente en la máquina. El trabajo de 2D es muy fácil, simplemente respondemos las preguntas que nos hace el control y programamos ciclos de taladrado en segundos”.

“Los controles, robustos pero amigables, son una de las razones principales por las cuales seguimos agregando máquinas Milltronics en nuestra planta”, comenta Kreitner. Los controles han ayudado a los operadores a reducir el tiempo de preparación y los han hecho más productivos, ya que un operador puede programar y trabajar en dos máquinas al mismo tiempo.

En un trabajo repetido a un cliente, el operador puede hacer 90% del fresado en una Milltronics VM22 y luego moverse al centro de mecanizado de cinco ejes para el 10% final donde se hacen los agujeros inclinados. Kreitner estima que en este proceso se ahorra medio día de programación.

Las altas velocidades del husillo, que reducen el tiempo de mecanizado mientras se mantienen las tolerancias, debido a las bajas vibraciones, son otras de las razones que ayudan a Standard a ser tan productiva. Las máquinas comunes de 8000 rpm o 5000 rpm, que funcionan para mecanizado de producción, no son adecuadas para Standard, por eso ellos buscan máquinas que puedan construir de manera personalizada. “Tenemos máquinas con velocidades de husillo de hasta 40.000 rpm –comenta Kreitner–; para nuestras máquinas Milltronics, ya por rutina, especificamos 15.000 rpm”.

La interoperabilidad de las máquinas Milltronics en planta hace que la coordinación de trabajos sea muy fácil y directa. Para Kreitner, la idea es utilizar al máximo las máquinas Milltronics, ya que la compañía percibe el retorno de la inversión en estas máquinas como superior al de las otras.

Debido a la gran cantidad de talleres en la zona, todos los colegios comunitarios ofrecen clases específicas de mecanizado. “Hay tantas máquinas Milltronics en el área, que cada escuela ofrece clases de Milltronics”, explica Kreitner. A medida que Standard reemplaza las máquinas, como se dio entre 2005 y 2008, cuando compró nueve nuevas máquinas Milltronics, las máquinas anteriores se donaron al colegio comunitario de la región para usarlas en las clases. Permanecer actualizada y proveer la mejor tecnología, con trabajos que presentan nuevos desafíos, sostiene a Standard en frente de la competencia y mantiene a los trabajadores animados. “Nos entusiasman los nuevos desafíos que se presentan, en los que podemos aplicar nuestra nueva tecnología diariamente –dice Kreitner–. Esperamos mucho de nuestra fuerza de trabajo y nuestros equipos, y ellos ofrecen mucho a cambio. Este es nuestro secreto para mantener a los clientes leales”.