La máquina del tiempo

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¿Alguien imagina equipar una fresadora de planear fabricada en 1958 con portaherramientas y fresas modernas? ¿Y por qué no? La empresa estadounidense Peninsula Iron Works consiguió salvar un abismo tecnológico de seis décadas equipando una veterana fresadora de planear con componentes modernos para conseguir un retorno de la inversión realmente histórico.

Teniendo en cuenta el bagaje de una empresa como Peninsula Iron Works, su fresadora de planear Cincinnati de 9 metros está todaví­a en plena juventud. Aunque data de 1958, el taller en el que habita es mucho más antiguo. La planta empezó a funcionar en Portland (Oregón) en 1917, como fábrica de armamento para abastecer a la marina británica durante la Primera Guerra Mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial continuó desempeñando la misma función y produjo 1,5 millones de carcasas de granadas de mano. La planta está situada junto a uno de los iconos más emblemáticos de Portland, el puente de St. John, con sus torres de estilo gótico de 40 pisos de altura, inaugurado en 1931 sobre el rí­o Willamette.

Sin embargo, pese a su veteraní­a, esta fresadora de planear se ha ganado por méritos propios un lugar de excepción en el taller de Peninsula Iron Works (PIW). Transformada en máquina CNC en 2004, funciona desde entonces con la interfaz Capto C10 de Sandvik Coromant. James Johnson, presidente y copropietario, explica que el taller necesitaba una solución rí­gida de alta velocidad para varios de sus numerosos proyectos, destinados a clientes de la industria pesada en sectores como el aeroespacial, el hidroeléctrico, el petróleo y el gas, la laminación de acero, la minerí­a y el procesamiento de áridos.

Querí­a un ciclo de trabajo de 3.200 rpm y 24 horas al dí­a», explica Johnson. «La idea era usar la Capto C10 con esta máquina, porque tiene una integridad estructural muy superior a la del cabezal de fresado que usábamos antes. Desde que la montamos, ha funcionado de forma casi ininterrumpida", afirmó Johnson.

Los husillos de máquinas del tamaño y la antigí¼edad de esta fresadora de planear Cincinnati normalmente funcionan como máximo a 1.000 rpm, demasiado lento para que las herramientas de diámetros pequeños funcionen bien. El sistema de husillos Coromant Capto C10 puede funcionar a un máximo de 4.000 rpm. Las máquinas más antiguas tampoco pueden suministrar refrigerante a través del husillo hasta la punta de la herramienta. El sistema Capto de Sandvik Coromant elimina estas barreras en máquinas de cualquier edad y condición. 

En PIW siempre han recibido el cambio con los brazos abiertos. El nuevo cabezal de la fresadora de planear es un prototipo y Johnson cree que puede dar pie a otras propuestas. Electric Machine Control Systems (EMCS), una empresa filial de PIW especializada en la actualización de máquinas antiguas, se ocupó de la conversión de la máquina a CNC y fabricó el nuevo cabezal de fresado Coromant Capto C10. Durante los procesos de diseño y fabricación, EMCS trabajó en estrecha colaboración con los ingenieros de Sandvik Coromant para producir el cabezal de fresado y garantizar que se ajustara a las expectativas de productividad de PIW.

Tenemos una relación muy estrecha con Sandvik Coromant. De hecho, hablamos a menudo con nuestro ingeniero comercial de Sandvik Coromant, Jeff Romine, para encontrar las mejores herramientas para nuestras aplicaciones”, explica Mark Pongracz, director de PIW. “El 90 % de las herramientas de este taller son de Sandvik Coromant. El sistema Capto se ha convertido en la interfaz de referencia para todos los fabricantes de máquinas herramienta multitarea y también en nuestra opción favorita, ya que garantiza unos grandes resultados tanto en torneado como en fresado”.

EMCS también buscaba una plataforma fiable para poder trabajar con los niveles de par exigidos en aplicaciones de fresado de titanio para el sector aeroespacial. Aunque PIW no acostumbra a mecanizar titanio, sus clientes que sí­ lo hacen pueden disfrutar de los beneficios de esta tecnologí­a de husillo y este cabezal de fresado. “La fuerza de tracción generada con un Capto C10 no provoca daños en el husillo ni la herramienta y permite que las dos piezas funcionen como un engranaje perfecto”, explica Pongracz. “Sandvik ofreció a EMCS toda la asistencia técnica necesaria para que PIW pudiera integrar la interfaz C10 en su cabezal de fresado”.

Junto a la fresadora Cincinnati renovada funciona también un torno vertical Betts de 1968 con una mesa de 6 metros de diámetro. Esta máquina se ha actualizado también con las últimas tecnologí­as, en este caso bloques de torneado Capto de Sandvik Coromant, para poder aprovechar las últimas herramientas de corte disponibles. Ahora mismo, la máquina se utiliza para tornear el diámetro exterior de un soporte giratorio de 41.000 kg de peso para el vecino puente de Broadway.

Peninsula Iron Works continúa siendo una empresa familiar. “Esto nos obliga a buscar la máxima eficiencia. En nuestro caso, la rentabilidad no es una opción, sino una necesidad: es una cuestión de supervivencia”, asegura Pongracz.

Y esto explica también la curiosa adaptación de la máquina de 1958. Más allá del valor histórico, Johnson calcula que sustituir la antigua máquina costarí­a entre USD 4 y 5 millones. “No podrí­amos competir”, afirma. “Tendrí­amos que cobrar de USD 300 a 400 la hora”.

Ahorrar dinero siempre es una buena noticia, pero todaví­a lo es más si se tiene en cuenta el precio original de la Cincinnati de 1958, en torno a los USD 100.000 actuales, según los cálculos de Johnson. Gracias a la adaptación con el sistema Capto C10, el retorno de la inversión está más que asegurado. 

Sistema Coromant Capto

El sistema de acoplamiento Coromant Capto adaptado a la norma ISO tiene un buen puñado de argumentos a su favor. Gran parte de sus virtudes tiene que ver con el diseño del mango, con su perfil de polí­gono cónico. Gracias a esta forma especial, el bloqueo del acoplamiento es más firme y se obtiene una transmisión de par extremadamente elevada. Además, el sistema puede manipularse de una forma mucho más fácil y rápida. 

Para aprender a usar el sistema Coromant Capto bastan dos minutos y es imposible instalarlo mal”, asegura Mark Backus, especialista de productos de integración de máquinas de Sandvik Coromant. “El resultado es una reducción considerable de los tiempos muertos de las máquinas”.

El contacto simultáneo entre la cara y el cono de la herramienta aporta más precisión y resistencia en todas las aplicaciones, lo que permite a la barra de una máquina herramienta aplicar una fuerza de tracción muy superior.

Con un diseño modular y seis tamaños disponibles (de C3 a C10), el sistema ofrece soluciones para prácticamente cualquier necesidad, lo que explica sin duda que empresas como Peninsula Iron Works apuesten casi en exclusiva por este y otros productos de Sandvik Coromant.

“Nadie más tiene la selección de herramientas de corte para torneado, taladrado y fresado que necesitamos”, asegura el director de la empresa, Mark Pongracz.

Consulte aquí­ el artí­culo original "La máquina del tiempo" o en Sandvik Coromant MWW.

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