Las tres megatendencias en manufactura

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Si usted ha escuchado hablar del fenómeno del reshoaring, seguramente sentirá empatía por lo que el directivo de la Asociación de Tecnología para Manufactura (AMT) nos comenta en la presente entrevista. La idea de reconfigurar la geografía de la producción de tal manera que mejore su capacidad de respuesta y eficiencia, beneficiará, casi de manera irreversible, al mercado de la manufactura mexicana y, con esto, potenciará su oportunidad histórica de generar riqueza y valor agregado en los años por venir. ¿Estamos haciendo lo correcto para que así sea?

Desde la dirección para Latinoamérica de la AMT, Carlos Mortera tiene una visión privilegiada del desempeño de la manufactura en México, mismo que ha mantenido a la industria del país en los titulares de medios internacionales debido al crecimiento sostenido presentado en los últimos años y, sobre todo, por su prometedor futuro apalancado por industrias como la automotriz, manufactura de dispositivos médicos, aeroespacial y electrodomésticos.

Este hecho ha detonado un consumo en maquinaria industrial que no puede pasar desapercibido. México se ha mantenido entre los primeros diez consumidores de máquinas herramienta en el mundo y es el principal comprador en América Latina. En entrevista con Metalmecánica Internacional, Carlos Mortera comparte que el mercado mexicano sigue siendo muy importante para los asociados de la AMT por su dinamismo y su constante crecimiento. De hecho, “este es el tercer año consecutivo que el consumo de tecnología para la manufactura se ha mantenido arriba de los USD 2.1 mil millones (mmd)”, advierte Mortera. “Eso exclusivamente en dos rubros importantes, el de arranque de viruta y el de conformado”.

El directivo regiomontano explica que si a esta cifra se suman otros rubros como sistemas de automatización, sistemas auxiliares, los cuales se integran a las máquinas herramienta y aseguran un desempeño máximo, el consumo anual de tecnología supera los USD 3,5 miles de millones. “Sin duda el mexicano es un mercado con vocación de compra y con intención de compra de tecnología proveniente de Estados Unidos, que ha sido el país proveedor natural por muchos años” advierte Mortera. Para la AMT, que reúne a los fabricantes y desarrolladores de tecnología para manufactura estadounidenses más importantes, esto es un tema siempre presente, pues aún con la apertura comercial y la facilidad de adquirir maquinaria de otros países, los empresarios mexicanos todavía se inclinan por equipos proveídos de empresas asentadas en el vecino país del norte.

“Con la apertura comercial, se convierte en una competencia global con jugadores europeos y asiáticos. Eso hace que las soluciones presentes sean más versátiles y exista una gama cada vez más importante de productos”, de la cual, asegura el directivo, el mayor beneficiado es el industrial mexicano.

Pese a esto, el valor de la proveeduría estadounidense sigue siendo vital. Según palabras de Carlos Mortera, 85% de la tecnología que se consume en México es de asociados tanto estadounidenses como de empresas de otros países que son miembros de la AMT, las cuales se acercan a la asociación buscando apoyo para lograr aproximarse de manera estratégica al mercado de México.

Como cabeza de la dirección de la AMT para América Latina, Mortera tiene entre sus funciones estratégicas extender puentes de comunicación entre las cadenas de proveeduría de tecnología relacionada con la manufactura, con el objetivo de que estos últimos desplieguen soluciones de valor acorde con las necesidades vigentes de cada mercado, de cada nicho y de cada empresa. “Esto nos obliga a trabajar de la mano con organismos de gobierno, con la academia y con los mismos gremios de la manufactura locales”, describe el egresado del Tecnológico de Monterrey. “Para ello tenemos a un Consejo Consultivo que ayuda a reportar necesidades a corto mediano y largo plazo. En conjunto con la Vicepresidencia de Tecnología de la Asociación coordinamos dos comités, uno de asuntos tecnológicos y otro de tecnología per se, a través de los cuales examinamos las necesidades de la industria y las empatamos con las tendencias en maquinaria y equipo industrial en el mundo”.

Tres megatendencias

Es precisamente de esta tarea de análisis que se desprenden documentos y reportes que ponen a disposición de sus agremiados y cuya finalidad es ayudarles a entender mejor el rumbo de la manufactura en el mundo y más puntualmente, en cada una de las regiones donde tienen presencia. En el caso de México, estos documentos pueden ayudar a entender mejor las oportunidades que el crecimiento de mercados como el automotriz o el aeroespacial pueden traer a los fabricantes que integran las cadenas de valor.

De entre estos estudios, Mortera destaca el hecho sobre tendencias tecnológicas para los próximos 10 años. En dicho documento se destacan tres mega tendencias en la manufactura moderna: La adopción de sistemas de automatización inteligente, la interconectividad de los bienes de capital y la adopción de tecnologías emergentes.

La adopción de sistemas de automatización inteligente explica la afinidad de las empresas por mejorar la eficiencia de sus líneas de producción a partir de la incorporación de sistemas automatizados con equipo de control de procesos y plataformas digitales. Se busca asegurar la repetibilidad de los procesos en áreas donde el ser humano es más propenso al tedio y a las limitaciones de precisión y velocidad y donde la mano de obra no es un factor determinante para el costo. “Con esto, los procesos que puedan estar en contra del bienestar de las personas se reemplazan por procesos automatizados”, indica el directivo de la AMT.

La segunda tendencia, que tiene que ver con la interconectividad de los bienes de capital, está relacionada con el ya bien conocido concepto del internet industrial de las cosas (IIoT) o Industria 4.0. Mortera comparte que son más de 40 mil millones de dispositivos los que están conectados a internet actualmente, pero en el piso de las plantas apenas son solo 10% de los datos los que se aprovechan para la mejora de la productividad. El reto, reflexiona, estará en desarrollar una plataforma de comunicación adecuada a partir de protocolos que conecten a las máquinas actuales con las de última generación.

Aquí destaca la iniciativa de MT Connect, un esfuerzo de la AMT para crear un protocolo estándar de comunicación que permita que los fabricantes de equipos de manufactura de cualquier marca se puedan comunicar entre sí. “Esta iniciativa surgió de un estudio que se encargó a un ejecutivo de la firma Sun Microsystems, de cuyos resultados emergió la reflexión de que la manufactura tiene un serio problema en el intercambio de datos a lo largo de toda la línea de procesos que van desde la concepción hasta la entrega de un producto terminado, por lo que se pierde mucha eficiencia en la producción”.

A raíz de esta reflexión se llevó a cabo el patrocinio de una investigación con la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) para crear una plataforma de comunicación abierta para que puedan convivir y hablarse dispositivos diferentes. Debido a la proyección de la misma, la iniciativa MT Connect se desincorporó de la AMT y se designó a un Consejo de empresarios y académicos que aportan su conocimiento para asegurar que herramientas tecnológicas tan diversas y distintas entre sí como centros de maquinado, robots, sistemas láser y de corte, se conecten y hablen entre sí. En la actualidad, este protocolo está ya en su versión número 3.

La tercera tendencia es la asimilación de tecnologías nuevas, como la manufactura aditiva y la soldadura por fusión térmica. “En ambas, la investigación a nivel nano es fundamental, pues la clave no está en el proceso en sí mismo, sino en el comportamiento de los nuevos materiales, en la reacción de los componentes, la curación y la precipitación en el proceso aditivo. Todas ellas son reacciones a nivel nano”. Sin duda, estas tecnologías son cada vez más presentes en la manufactura y complementan ya otros procesos de manufactura sustractiva y operaciones clave como el desarrollo de prototipos y la reparación y refacciones.

México: el momento

Para Carlos Mortera, el presente momento de la manufactura en México no debe ser desaprovechado y debe ser el detonante para que las cadenas de valor se consoliden. “El hecho de que el mercado de Norteamérica se fortalezca y crezca facilita la adopción de estas tecnologías. A diferencia de otros países, la proximidad a Estados Unidos y la facilidad de hacer negocios en la región está generando ya una alta integración de las cadenas de valor manufactureras entre ambos países”.

Al hablar del fenómeno de reshoaring que se está impulsando en Estados Unidos, Mortera consideró que la apertura comercial en México y la capacidad de las Universidades Tecnológicas del país están favoreciendo para que las empresas en México privilegien este proceso de relocalización de la producción. De hecho, organismos como Canacintra y Caintra están trabando en conjunto con AMT para asegurar que los industriales en México asimilen las nuevas demandas de producción e incorporen tecnología de punta en sus plantas.

Mortera asegura que ya existe una clara vocación en el país por desarrollar capacidades y habilidades técnicas para garantizar que la manufactura en México no sea un ave de paso.

La asimilación de nuevas tecnologías también puede cristalizarse gracias a que las nuevas máquinas herramienta son ahora modulares y permiten a las empresas ser más flexibles en el momento de desplegar aplicaciones y moverse a otras para responder a cambios en la demanda.

“El perfil de la máquina herramienta como tal ha cambiado en los últimos años”, advierte Mortera. “Las multihusillos o de varios cabezales eran la solución en los 90 y principio de 2000. Hoy se busca flexibilidad y los parámetros han cambiado, como la ultra precisión contra la flexibilidad, las velocidades altas contra el cambio rápido de herramientas, la simulación de cinco ejes contra los equipos de tres ejes, todas esas vertientes hacen que el sistema modular cambie de manera sustancial. Todos estos cambios en la oferta de maquinaria están favoreciendo el consumo de tecnología en el país”.

Mortera concluye que el mercado mexicano va a seguir siendo favorecido en los próximos años, y diversos estudios muestran que la decisión de cambio tecnológico en las plantas mexicanas empieza a ser similar a las de países industrializados. “Los industriales mexicanos, para satisfacer a sus clientes globales, están queriendo potenciar sus procesos productivos e invierten o reemplazan equipo para complementar sus capacidades con tecnología de última generación: simulación de cinco ejes, robótica, centros de maquinado, herramientas vivas, etcétera. Todas ellas cada vez más accesibles para las empresas nacionales. Sin duda, existe ya una plataforma industrial que se ha construido a partir del reshoaring”.

“Es vital invertir de manera inteligente para posicionarnos y competir de manera global. Si la cadena de proveeduría y la base empresarial de México no se vuelven más proactivas (y menos reactivas) la competitividad del país se puede ver afectada. No debemos caer en una zona de confort en cuanto a capacidades instaladas”, concluyó Mortera. “Con más formación técnica se asegurará mayor productividad e incremento de la riqueza”.

¿Quién es Carlos Mortera?

Egresado de Ingeniería del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde también concluyó el grado de MBA, Carlos tiene una sólida trayectoria en el sector industrial mexicano. Esto incluye empresas como Emerson Electric y Cummins, en donde ocupó cargos de ingeniería, financieros, de recursos humanos y de relacionamiento internacional, no solo para México, sino en el caso de Cummins, también para Brasil. Se incorporó a la AMT en México en el año 2002 y desde entonces se ha caracterizado por ser un incesante integrador de las empresas mexicanas con la academia y las organizaciones privadas y públicas con el fin de buscar el fortalecimiento de las cadenas de valor de la manufactura mexicana. En 2015 asumió la responsabilidad de la Dirección de la AMT para América Latina, incluyendo Brasil.