Manufactura avanzada desde la perspectiva de MABE

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Más allá de lo tecnológico, la manufactura avanzada cae también en el marco de lo conceptual. Al parecer, antes de pensar en el estado del arte es fundamental reflexionar sobre el producto a entregar y el proceso para manufacturarlo. Después, la vigilancia tecnológica juega un rol fundamental para hacer de lo deseable, algo factible y después viable. En la presente entrevista con un alto directivo de manufactura de MABE, es posible entender a la tecnología más allá de la tecnología per se.

El concepto de Manufactura Avanzada es tan extendido en el presente como lo es el de Industria 4.0 o el del Internet Industrial de las Cosas (IIoT). Según lo que se puede entender en algunos escenarios industriales como Expomaq en México, Feimafe en Brasil o el mismo IMTS en Estados Unidos, el concepto debe referirse a la tecnología de punta aplicada a procesos industriales con fines de lograr su automatización máxima o bien, alcanzar un grado de eficiencia óptimo.

En ocasiones, esto podría traer de inmediato a la mente equipos y maquinaria con tecnología de punta, así como robots colaborativos para temas de automatización y la incorporación de tecnología aditiva o metrología con sistemas láser a los laboratorios de prototipado y pruebas; sin embargo, dicha relación de ideas podría estar equivocada y la respuesta debería estar en lograr el equilibrio perfecto entre tecnología y requerimientos de producción, y no en la incorporación de “rocket science” en las plantas de manufactura.

Una empresa que está buscando este balance, ese Yin Yang entre la austeridad de producción y el equipamiento con maquinaria de última generación, es la fabricante de electrodomésticos en México, MABE.

Para explicar este proceso de asimilación tecnológica, Óscar Camarillo, director del departamento de Manufactura Avanzada, sostiene que existe un proceso de vigilancia tecnológica y de exploración de las necesidades del mercado que tienen que incursionar en una travesía en los vastos terrenos de lo deseable, lo factible y lo viable. “En las diferentes etapas y procesos la esencia de la manufactura avanzada es precisamente enfocarnos en la factibilidad, primero, de los productos que sean manufacturables y en que existan los procesos que nos van asegurar que lo que se está diseñando, lo que se está conceptualizando como producto y como entregable, es posible”, explica Camarillo.

Agrega que la parte de mercadotecnia y la parte de diseño industrial deben trabajar de manera sincrónica. Como una pieza de tango. Advierte que “sería un error que nosotros permitiéramos que el área de diseño industrial conceptualizara un producto muy bonito con una apariencia adecuada, y que se hicieran los renders, los diseños en 3D, que se hiciera el producto, las maquetas, todos los modelos y los prototipos sin avalar que es manufacturable o asegurar que tengamos una respuesta positiva del público. Del mercado objetivo”.
Al hablar de posibilidad de manufactura, el directivo explica que existe todo un proceso para asegurar que no se inhiba el proceso creativo o el espíritu de innovación. “No nos limitamos solamente a los procesos que actualmente tenemos. Por supuesto que los consideramos y tratamos de que podamos manufacturarlo con lo que ya existe en cualquiera de nuestras plantas, pero también analizamos la posibilidad de desarrollar un proceso que no exista y que nos incentive a desarrollar un nuevos caminos”.
Camarillo define lo factible como la confirmación misma de que la tecnología de producción existe y que permite la fabricación de un producto determinado “sin importar si esta (la tecnología) es de la NASA o si son sistemas muy básicos. Lo importante es saber que tenemos herramientas para hacerlo. Lo factible es prácticamente decir si es manufacturable y si existen los procesos para realizar este producto”.

Lo viable es el siguiente paso, continúa. “Ya involucra todas las demás partes de la ecuación con interrogantes como ¿de qué volumen estamos hablando?, ¿en qué planta lo voy a producir?, ¿cuánto me va a costar?, ¿cuánto es el costo de los materiales?, ¿cuál es el tiempo ciclo?, etcétera. Si esto me dice que voy a tener un producto súper caro y que no voy a poder ser capaz de venderlo y ofrecérselo al público en un precio competitivo entonces se detiene todo y se conserva este análisis en un departamento de proyectos futuros”.

Camarillo, quien es egresado del Tecnológico de la Laguna, en Torreón, de la carrera de Ingeniería Mecánica con especialidad en Diseño y Térmica, tiene doce expertos en su equipo de trabajo en diferentes áreas de procesos, los mismos que tienen en sus plantas (18 en total: San Luis Potosí, Celaya y Saltillo, en México; además de las plantas en Canadá, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y varios países en Centroamérica). Las especialidades abarcan desde diseño industrial, inyección de plásticos, diseño y manufactura de troqueles, soldadura, termoformado, moldes de espumado, procesos de pintura, esmalte, robótica y programación CNC, entre otras. También tiene el apoyo de un área de investigación dedicada a indagar sobre nuevos procesos y el seguimiento de nuevas patentes.

Llegado a MABE desde 1989, Camarillo tiene una vasta experiencia en los procesos y tecnologías de producción de la empresa. De hecho, ha estado muy involucrado en los procesos de fusión con General Electric y le tocó participar en el proceso del primer producto en San Luis Potosí, una estufa de gas. Más reciente, hizo parte de la transferencia de la planta de Querétaro a Celaya, y la instauración de Querétaro como el centro de innovación que actualmente es.

En la parte de maquinados, MABE hace gran parte de la produccion de sus propios troqueles y herramentales, áreas que también son consideradas en las estrategias de manufactura avanzada. Para el producto final, los procesos tienen que ver más con el metalformado y en las líneas de ensamble hacen mucha integración componentes que ellos mismos fabrican como los motores y compresores de refrigeración.

Mucha de su proveeduría es en la maquila de sistemas electrónicos y la manufactura de arneses. Camarillo describe la producción de MABE (de la cual más de 80% es para exportación) de una manera particular: “Recibimos acero y sacamos refrigeradores o estufas. Transformamos el acero”.

El equipo de Manufactura Avanzada de MABE está compuesto por gerentes con más de 20 años de antigüedad en la empresa, mismos que se han desarrollado en sus diferentes especialidades y trabajan junto con jóvenes técnicos e ingenieros que se han incorporado a las filas de la empresa. El mismo Camarillo tiene Maestría Manufactura Avanzada la cual concretó durante los años que ha trabajado en la firma de electrodomésticos con una tesis sobre recubrimientos nanocerámicos para partes metálicas en la manufactura de electrodomésticos. Dicha maestría en Manufactura Avanzada es ofrecida por CIATEQ, en la cual él mismo participó para crearla previendo las necesidades reales de producción en la industria nacional.

“Fue la primer maestría en Manufactura Avanzada en México reconocida internacionalmente. La maestría fue desarrollada primero solo para MABE y para mi equipo, después ya vinieron de otras partes del grupo Saltillo y San Luis. Estuvo cinco años exclusiva para MABE y después se abrió al público”. Camarillo ahora está a punto de terminar el grado de Doctorado en Manufactura Avanzada con la misma institución y hoy es Presidente del Comité de Gestión de Competencias de Manufactura Avanzada, acreditado por el gobierno federal a través de CONOCER.
Para el directivo de MABE, el área de Manufactura Avanzada está ligada de manera estrecha con el área de Innovación y, al final, es un proceso totalmente creativo y clave para el Centro de Tecnología y Proyectos de la empresa en Querétaro. “Cada etapa tiene su complejidad pero en la primera tienes que imaginarte muchas cosas como dónde lo vas hacer y cómo. Muchas veces ni siquiera sabes cómo le vas hacer pero tienes que responder en el menor tiempo posible si puedes o no hacerlo”.

Camarillo ahonda en que “yo me tengo que organizar por procesos y hay gente que me puede dar apoyo según la afinidad de cada proyecto y responsabilidades. Nosotros tenemos definición,  diseño y ejecución de procesos de manufactura para todos los proyectos, para una tuerca, para una lámina, para una puerta, para un decorado, etcétera. Por lo tanto, tenemos que dar el apoyo para asegurar que lo que se está diseñando está bien visualizado sobre cómo lo vamos a lograr. Al final del día, independientemente de todos los análisis de pruebas y todo lo que tenemos que hacer, tenemos que entregarle a la operación un producto terminado y con procesos. Nosotros estamos involucrados desde el diseño industrial hasta el desarrollo del producto y la manufactura de cada uno de los componentes del ensamble, pruebas y empaque. Estamos en donde hay una necesidad y un requerimiento. Si estamos hablando de piezas troqueladas, piezas dobladas, ensambladas, de láser, inoxidables, de lo que sea, pues tenemos que meternos a dar el apoyo, cuidando mucho las tres etapas clave: lo deseable, factible y viable. Si no logramos que esa ecuación se balancee, entonces no estamos logrando nuestro objetivo”.

Camarillo concluye que el mercado ha cambiado y tener un departamento de Manufactura Avanzada como corazón de la operación ha sido muy importante para MABE, pues el mundo de la manufactura ha cambiado. Diseñar productos para 20 años ya quedó atrás. Se requieren lanzamientos de productos con mayor frecuencia pues en electrodomésticos, por ejemplo, los cambios no son por defecto o por caducidad, sino por deseo (decoración, actualización, etcétera). “Actualmente los parámetros con los que diseñamos un producto ya no son exactamente los mismos porque la gente ya es más exigente en cuanto a innovación o moda. Debemos estar preparados para ello con las herramientas de diseño, evaluación y simulación. Tenemos proyectos y productos nuevos todos los años, por lo que tener la manufactura adecuada, con procesos adecuados y la tecnología más idónea para ello, es la clave de nuestro éxito. Sin un proyecto de Manufactura Avanzada, entendido como el aseguramiento de tecnología, máquinas y herramientas adecuadas a procesos flexibles y eficientes, estaríamos fuera del mercado”, concluyó.

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