El plasma como alternativa para la reducción de tiempos en el corte y reelaboración de piezas

Si bien migrar de una tecnología más antigua, como el oxicorte, a una actual es, de por sí, una razón para invertir en nuevos equipos, existen otras ocasiones en las que es pertinente actualizarse.

Por ejemplo, cuando un nuevo sistema de plasma reemplaza a una unidad de plasma anterior, las mejoras tecnológicas pueden dar como resultado consumibles más duraderos, mayor rendimiento energético y facilidad de uso, todo lo cual contribuye a reducir los costos operativos.

Cuando Hypertherm reemplazó su popular Powermax600 por el nuevo Powermax45, introdujo Conical Flow, la tecnología de antorchas patentada que mejoró considerablemente la calidad de corte. Más cortes de calidad en menos tiempo, y menor reelaboración de piezas implican mayor productividad para los clientes de Hypertherm.

Los últimos sistemas de plasma incorporan, además, otros adelantos tecnológicos. Dos ejemplos de ello son las boquillas protegidas, que posibilitan cortar con arrastre directamente toda la superficie del metal y el diseño Auto-Voltage, que permite operar con distintos voltajes sin realizar nuevas conexiones. Gracias a funciones como estas, las unidades tienen mayor tolerancia a los fallos y son más fáciles de operar para los usuarios inexpertos. Otra ventaja es que la tecnología de arranque por contacto elimina la alta frecuencia y las interferencias con equipos eléctricos cercanos.

Por otra parte, la migración a tecnologías de fuentes de energía basadas en inversor ha reducido el peso y el tamaño de los modelos de plasma, haciéndolos más portátiles y fáciles de usar en los lugares de trabajo. De modo que si el sistema de plasma que hace una década representaba la tecnología de punta no responde cabalmente a los desafíos que hoy enfrenta su empresa, quizá sea hora de invertir en nuevos equipos.