“Hay que invertir en conocimiento para que la tecnología funcione”

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Metalmecánica: ¿Cuáles han sido los proyectos ‘bandera’ de Delcam durante lo corrido del año?

Pedro León: Sin duda, en 2009 hemos invertido principalmente en el sector médico, porque es una industria cada vez más receptiva a la tecnología. Constituye una prioridad para Delcam y por eso creamos dos divisiones diferentes dentro de la organización con el fin de distribuir mejor el trabajo: industrial y médica.

Dentro del área médica hay un importante potencial en el desarrollo de prótesis óseas y dentales, así como de dispositivos ortópticos. Por ello, en Latinoamérica Delcam le ha apostado este año a lograr una mayor penetración y difusión de sus herramientas para el sector médico, como también lo ha hecho en Europa y Estados Unidos.

En este sector ya contamos con clientes en Brasil y otros países han mostrado interés; sin embargo, lo que tenemos que hacer en el área médica es lo mismo que hicimos hace más de 30 años, cuando presentamos las herramientas CAD/CAM, y es explicarle al personal –mediante seminarios y talleres de formación– que las nuevas aplicaciones sustituyen sus prácticas actuales y manuales, pero que nunca van a reemplazar el conocimiento humano.

Delcam creó nuevas interfaces para este nicho de mercado, teniendo como precedente que quien las va a usar no es un ingeniero y, por lo tanto, el software debe ser menos complejo a fin de lograr una mayor comprensión de esta nueva tecnología.

En el área industrial estamos trabajando en divulgación y educación y, por eso organizamos esta serie de encuentros de usuarios de los sectores de moldes y matrices, calzado y dental. Desde hace más de siete años –una vez la cantidad de clientes se justifica– yo vengo con un técnico de nuestra casa matriz en Inglaterra y tenemos un contacto directo con el usuario, en el que presentamos los nuevos desarrollos, hablamos de las versiones que estamos lanzando al mercado y ofrecemos una capacitación gratuita que nos permite recibir retroalimentación sobre cómo funcionan nuestros productos y qué les hace falta.

En cuanto a nuevas versiones, ¿cuáles son las novedades que presenta Delcam para los usuarios de Latinoamérica?
En moldes y matrices traemos la versión 8.2 de PowerShape, que acabó de ser liberada. Esta herramienta permite tomar decisiones de fabricación desde la etapa de diseño y posibilita detectar errores con anticipación. Por ejemplo, si una pieza plástica tiene una punta salida, posiblemente se detecte la falla cuando esta no pueda salir del molde de mecanizado; entonces, con las herramientas de análisis con las que cuenta el CAD, puedo verificar si esas salidas existen o no y resolver los inconvenientes en el diseño.

Una de las adiciones de esta versión es la potencialización del motor matemático del software –desarrollado por la compañía hace varios años en colaboración con la Universidad de Cambridge– con una librería de sólidos (Parasolids) que permite llevar más lejos el producto.

En mecanizado presentamos el PowerMILL 10, que trae un mejor desempeño al calcular mecanizados más rápidos y tiene la capacidad de trabajar en primer y segundo planos. Además, a partir de esta versión, todo el cálculo realizado en PowerMILL se hace por medio de una capacidad llamada multitrading, que posibilita una distribución del cálculo de procesamiento y reduce los tiempos de programación.

¿Cómo se ha comportado el mercado de América Latina en lo corrido de 2009?
No se puede negar que 2009 ha sido un año difícil, pero no tan malo en relación con la situación actual. En general, en toda Latinoamérica –quizá un poco menos en México– no existe un motivo claro para decir que la industria está retraída. El año 2008 fue récord para Delcam en la región y fue el mejor en todos los tiempos. Mi visión del mercado es que tal vez, por ser latinos, somos un poco negativos. Los empresarios tienen miedo de ir a los bancos y por eso las inversiones ocurren de una forma más lenta. En lo corrido de 2009, en relación con el mismo período de 2008, las ventas están 30% por debajo, pero esta es una cifra ingrata si se compara con el crecimiento entre 2007 y 2008, que fue de 15%. Lo que pasa es que estamos retrocediendo a las cifras de ventas de 2007, así que vamos a volver a construir, y para 2010 las cifras mejorarán. Yo creo que va a demorar un poco recuperar la cifra de 2008.

¿Qué tipo de plantas y talleres metalmecánicos están adquiriendo licencias de su software?
—Este ha sido siempre un punto fuerte para nosotros, porque estamos presentes en industrias no muy comunes; todas son metalmecánicas, pero los sectores empresariales se diversifican. Por ejemplo, el sector de moldes y matrices siempre ha sido la prioridad en países como Brasil y México, al igual que el automotor.

También tenemos una fuerte presencia en el sector de empaques y embalajes, tanto en moldes por soplado como en diseño de empaques, en México, Colombia, Argentina y Brasil, por ejemplo. Este es un sector interesante porque la fabricación de moldes por soplado no migra a China y un molde es, relativamente, más fácil de producir. El empaque tiene que estar en el mercado y todo es hecho localmente.

El nicho de calzado también es importante. En Ciudad de México tenemos más de 40 clientes y en Colombia dedicamos toda una mañana de la reunión de usuarios a este mercado. Tenemos clientes muy grandes y también pequeños. Delcam entiende el mercado latinoamericano y, por eso, nuestras políticas apuntan a que todas las empresas del mercado, sin importar su tamaño, puedan tener acceso a la tecnología.

Por su parte, el área de moldes y matrices está madura en Latinoamérica, y los empresarios saben que sin tecnología de diseño o programación CNC, no lo pueden lograr.

Lo que falta es educación. El sofware de Delcam constituye sólo una parte de la solución, porque el personal que lo opera representa el componente fundamental. Tenemos empresas que poseen la misma configuración de máquinas, que hacen las mismas cosas y, ¿cómo se puede explicar que a unas les vaya muy bien y a otras no? Los empresarios invierten en tecnología, pero olvidan invertir en capacitación y conocimiento.

Yo quiero estar seguro de que mis distribuidores están haciendo su trabajo y que sus clientes están contentos. Por eso, el compromiso de nuestros distribuidores es que una vez al año tienen que enviar un técnico a Inglaterra para que durante una o dos semanas se actualice y pueda así proveer un adecuado soporte local.

¿En qué países de América Latina han realizado o realizarán reuniones de usuarios este año?
Todos los años desarrollamos este tipo de encuentros en Brasil, México, Argentina y Colombia y, de acuerdo con las necesidades el mercado, llevamos los seminarios a Guatemala, El Salvador, Venezuela, Costa Rica, Chile y Perú.

En Colombia convocamos –a través de nuestro distribuidor Imocom– a cerca de 40 usuarios de productos Delcam, todos ellos dedicados al área técnica. Realizamos un primer encuentro para presentar todo el portafolio de servicios dirigido al área dental, otra sesión de moldes y matrices, y una enfocada en calzado.

La idea es extender este tipo de encuentros a otras ciudades del país, tal y como pasa en Brasil, en donde realizamos los seminarios en tres ciudades y asisten 200 personas. El problema es que muchas empresas no dejan que el operario salga por un día y no entienden el potencial que esta formación tiene para el desarrollo de la compañía. Los estamos ayudando a ser más productivos, precisos y rápidos.

¿Cuáles son las metas de Delcam en el mercado latinoamericano para el mediano plazo?
—Queremos liderar el mercado y consolidarnos como pioneros en la industria. La idea es ofrecer productos abiertos que tengan la capacidad de ser usados como base para otros nichos de mercado no convencionales.

También queremos desarrollar interfaces más fáciles de usar para gente que no pertenece al sector CAD/CAM y fomentar así nuevas relaciones comerciales. En Brasil y Argentina buscamos penetrar con todo el paquete médico, ya que son mercados maduros en los nichos tradicionales. Seguimos el ejemplo de lo que pasó en Inglaterra cuando la industria de moldes migró hacia China y Delcam se tuvo que enfocar en otros sectores, como el automotor y el aeroespacial.

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