Industria automotriz mexicana se mantendrá fuerte: Pricewaterhouse

Pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, espera modernizar el acuerdo de libre comercio entre Canadá, México y su paí­s, Pricewaterhouse afirma, en un estudio citado por el portal especializado Advanced Manufacturing sobre la industria automotriz, que esta seguirá siendo una fuerza importante.

Según el informe, “México ha apalancado sus bajos salarios, acuerdos de libre comercio y la proximidad al mercado estadounidense para atraer millones de unidades de nueva capacidad, así­ como crecer su cadena de abastecimiento para sostenerlo”.

La compañí­a consultora también estima que la capacidad de México para producir vehí­culos ligeros se expandirá en un 37% entre 2016 y 2023, lo que se traducirá en 4,8 millones de unidades.

De acuerdo con Brandon Mason, director automotriz para Estados Unidos de PwC, el paí­s “ha visto inversión significativa durante los pasados cuatro o cinco años”. El aumento de plantas de producción de vehí­culos en México es uno de los motivos por los que el presidente Trump quiere renegociar el Nafta, vigente desde 1994.

Por otra parte, Mason explica que incluso si Estados Unidos aumenta los aranceles a las importaciones, "todaví­a hay muchas ventajas (para) el mercado mexicano", debido a que el paí­s está en una posición privilegiada para exportar vehí­culos a Suramérica y otros mercados(").

Entre las preocupaciones que reseña el estudio de PwC están los asuntos regulatorios entre los fabricantes de automóviles y los proveedores. Especialmente en comercio, economí­a de combustible e infraestructura.

Si bien los fabricantes de automóviles confrontan diferentes climas regulatorios globalmente, el portal especializado recuerda que la administración Trump anunció en marzo que revisarí­a más fuertemente los estándares para la economí­a de combustible establecidos por la administración Obama programados para entrar en vigor para los modelos de los años 2022 a 2025.

“Este cambio de polí­tica contrasta con la ofensiva para reemplazar todos los vehí­culos con motor de combustión en la Unión Europea durante las próximas décadas”, indica PwC.

“El entorno operativo para los fabricantes de equipos originales y los proveedores incrementa la dificultad”, concluye Mason. “Europa está duplicando la electricidad. La mayor parte de los consumidores en Estados Unidos no quieren vehí­culos de propulsión alternativa”.