Oportunidades y retos para México en 2017
Oportunidades y retos para México en 2017
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TECMA, la exposición con más antigüedad y presencia en el mercado de máquinas herramienta en México, acoge a sus visitantes en un momento clave. Ante los desafíos y retos que enfrenta la manufactura en el país, los fabricantes mexicanos encuentran de inmediato un foro para compartir sus inquietudes e intercambiar modelos de negocio exitosos con colegas y proveedores de tecnología para la producción. TECMA 2017, que presentará conceptos novedosos en la producción como el de Industria 4.0 y tecnologías como manufactura aditiva, herramientas vivas y robots colaborativos, será lugar ideal para plantear nuevas estrategias y enfrentar los proyectos actuales y futuros.
Las proyecciones están hechas. La salida del Reino Unido de la Unión Europea, la desaceleración económica de Estados Unidos, la caída en los precios de las materias primas y la devaluación de varias monedas latinoamericanas frente al dólar condujo a los organismos económicos internacionales y regionales a moderar sus expectativas sobre el cierre de 2016 y a pronosticar 2017 como el año de la recuperación.
El Fondo Monetario Internacional proyectó que el crecimiento mundial disminuirá a 3.1% en 2016 y que repuntará a 3.4% en 2017. Para México, se estima que para 2017 el crecimiento se acelere ligeramente a 2.3%, a medida que repunte la demanda externa, y a 2.9% a mediano plazo una vez que se consoliden las reformas estructurales, como lo consigna el informe Perspectivas de la Economía Mundial, publicado por este organismo en octubre de este año.
El FMI es optimista frente a lo que será 2017 y lo justifica en una proyectada recuperación de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, así como de la estadounidense. Para que esta predicción sea una realidad, el organismo sugiere un ajuste para restablecer la estabilidad macroeconómica en los países más golpeados por la caída de precios de las materias primas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comparte este positivismo y explica que, a pesar de los bajos precios del petróleo y una menor demanda externa, se espera que el PIB mexicano alcance 3% en 2017 en respuesta a las reformas estructurales que ha adelantado el gobierno. “La depreciación del peso reforzó las ganancias de las exportaciones mexicanas y la resiliencia de la demanda interna continúa soportando la actividad económica”, indica el documento de panorama económico 2016 de esta Organización, que además exalta la importante participación de mercado que han ganado las exportaciones de manufactura en Estados Unidos.
Y es que es precisamente el sector de manufactura el que más se ha beneficiado dentro de la economía mexicana con el TLCAN, atrayendo una gran cantidad de inversión extranjera directa que le ha permitido expandir su productividad y aumentar sus exportaciones. Un informe de competitividad, publicado por Deloitte en 2015, señala que el sector de manufactura en México capta cerca del 50% de la inversión extranjera y significa más de 80% de su comercio total.
Para 2016 el índice de competitividad global de manufactura de Deloitte ubica a México en la octava posición entre 40 países, con una valoración de 69.5 sobre 100, siendo el único país latinoamericano dentro del Top 10 que encabezan China, Estados Unidos y Alemania. La proyección para 2020 indica que los dos primeros países de la lista intercambiarán posiciones y que México ascenderá al séptimo lugar, desplazando a Taiwán.
En la misma línea de predicciones, la Organización Mundial de Comercio (OMC) señala que el comercio mundial crecerá más despacio de lo previsto en 2016 y aumentará tan solo 1.7%, cifra muy por debajo del 2.8% de la previsión de abril. Para 2017, el pronóstico fue reevaluado y pasó de un 3.6% estimado, a un desempeño previsto de entre 1.8% y 3.1%.
Por su parte, el informe Doing Business México 2016 analiza por qué, a pesar de la desaceleración de la economía global, las predicciones para el país azteca son moderadas, más no pesimistas y concluye que “la paulatina recuperación de Estados Unidos, destino del 81% de las exportaciones mexicanas, ha sido uno de los factores que ha contribuido a amortiguar los efectos negativos de las fuertes caídas en los precios de las materias primas y la alta volatilidad de los mercados financieros globales. En ausencia de este factor externo, habría sido complicado para México mantener el nivel de crecimiento actual”.
En cuanto a la devaluación del peso frente al dólar en la manufactura, el Centro de Investigación para la Industria Automotriz (CAR, por su sigla en inglés) publicó recientemente un estudio sobre el creciente papel de México en la industria automotriz de Norteamérica en el que indica que el valor del peso se ha reducido 41% frente al dólar desde enero de 2001 lo que significa que fabricar vehículos y partes en México es menos costoso en comparación con Estados Unidos, donde el dólar se ha apreciado frente a casi todas las divisas internacionales en los últimos años.
“En teoría, el superávit comercial de México con Estados Unidos debería crear un exceso de demanda del peso respecto al dólar, ya que hay una mayor demanda relativa de bienes mexicanos (que se pagan en pesos). Si se sostiene la teoría, el peso debe apreciarse respecto al dólar; sin embargo, el peso se ha seguido desvalorizando desde 2001 hasta el presente. A pesar de un superávit comercial con Estados Unidos, México ha mantenido un déficit comercial global durante los últimos 15 años lo que parecería indicar que muchas de sus mercancías exportadas se están enviando a Estados Unidos en vez de equilibrar el comercio con otros países”, explica el CAR en el documento citado.
Metalmecánica Internacional consultó la opinión de Mario Vidana, especialista comercial de la Embajada de Estados Unidos en México para las industrias metalmecánica, plástica, maquinaria y equipos para la manufactura, sobre cómo están proyectadas las exportaciones estadounidenses de tecnología para la manufactura hacia México para 2017. Vidana aseguró que basándose en las estadísticas históricas que indican que desde 2008 hasta la fecha México ha importado más de USD 10 mil millones en maquinaria para la manufactura, se calcula un crecimiento del 8% en comparación con 2008, aún con la caída de 2.19% que se registró en 2015 en términos de ventas.
“Las estadísticas se mantendrán en los mismos niveles: como lo hemos visto en 2016, serán igual en 2017. No vemos ningún problema, ninguna condición que impida que al menos consigamos los mismos niveles que en 2016”, afirmó el especialista.
Al ser cuestionado sobre si es previsible una renegociación del TLCAN en el mediano plazo y un impacto de la misma para México, Vidana hizo una invitación a basarse en la experiencia. “Estados Unidos tiene como su tercer más grande socio comercial a México, solo después de China y Canadá. El TLCAN ha sido un baluarte y un soporte en la exportación de maquinaria a México y creemos que lo va a seguir siendo. Solo para darse una idea: a finales de 2015 las exportaciones de maquinaria industrial sumaron USD 19.8 mil millones, de los cuales USD 2 mil millones fueron en maquinaria para usarse en la manufactura de partes metálicas, como cortadoras láser, dobladoras, torretas, punzonadoras, tornos convencionales y CNC, equipos de soldadura. Con base a que el crecimiento de México está demandando esta infraestructura de producción, las cosas van a seguir fluyendo en forma natural mientras tengamos esas condiciones y el TLCAN nos está ayudando precisamente bastante desde que se instauró”.
Por su parte, Mario Hernández, socio de Impuestos y especialista en Minería de KPMG en México, sostuvo que en 2017 continuarán creciendo sectores como el automotriz y el aeroespacial en México. “Seguirá el ritmo de inversión y de crecimiento, tal vez con un periodo de incertidumbre y de espera, pero en general considero que como se han hecho inversiones muy fuertes en los años pasados, se mantendrán los ritmos de crecimiento que se han tenido. Tal vez se depriman un poco a futuro estas inversiones pero lo que ya está aquí se va a mantener y a crecer”, explicó.
Hernández enfatizó en que entre las razones por las que las empresas globales instalan sus plantas de manufactura en otros países están el ser más eficiente desde el punto de vista de costos “obviamente es más barato manufacturar en México que en Canadá o Estados Unidos” y el estar cerca de sus mercados de destino.
Recalca que el mayor beneficio que tiene el TLCAN es en impuestos de importación. “Es realmente el principal objetivo de los tratados, que los bienes que se importen, manufacturen, transformen y consumen dentro de la región sean originarios y el impuesto de importación prácticamente desaparece. Habría contrapesos para una renegociación o cancelación y habría mecanismos alternos como país para reaccionar a una eventualidad de esa naturaleza”, sostuvo el experto.
Finalmente Hernández destacó que a través de tratados de libre comercio, de tratados para evitar la doble tributación, de intercambio de información y de la misma negociación del TTP el gobierno mexicano ha venido tomando acciones para diversificar sus mercados de destino y disminuir la dependencia de Estados Unidos en materia comercial.
Oportunidades por venir
La International Trade Administration de Estados Unidos (ITA) publicó recientemente un reporte sobre los principales mercados en tecnologías para la manufactura en el que se destaca que, con una base industrial altamente desarrollada y casi cero barreras de acceso, México es el principal destino de las exportaciones de manufactura de EE.UU. desde 2011 y permanecerá en esta misma posición en los años siguientes.
La ITA estima que estas exportaciones –que entre 2009 y 2015 vienen creciendo a una tasa promedio anual de 8.9%– aumenten en 2017, principalmente jalonadas por el dinamismo que seguirá registrando la industria automotriz en el país azteca. Como se verá en el reporte que sigue a continuación, las ventas de Estados Unidos al exterior dependen considerablemente del dinamismo manufacturero de México, de allí que cualquier medida que tome el Gobierno estadounidense en materia comercial y arancelaria, podría tener un efecto de rebote sobre su propia economía.
“La creciente presencia de la industria automotriz de México es un factor clave en el aumento de las exportaciones estadounidenses de manufactura. El pronóstico de crecimiento automotriz para 2016 es de 6% y para 2020 la industria producirá 5 millones de vehículos en comparación con los 3.4 millones de vehículos que produjo en 2015. La producción de vehículos y autopartes está creciendo especialmente en los estados de Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí”, pronostica la ITA.
Según cifras de ALADI, en 2015 México exportó al mundo USD 311,810,995 en manufacturas, de las cuales USD 262,926,891 se dirigieron a Estados Unidos. En los cinco primeros meses de 2016 esta cifra alcanzaba los USD 119,957,121, siendo nuevamente el país del norte el principal destino de estas ventas.
En cuanto a importaciones de maquinaria para la manufactura de componentes metálicos, según la base de datos de comercio de las Naciones Unidas a agosto de 2016 México había importado USD 294,300,043 en centros de mecanizado, máquinas de puesto fijo y máquinas de puestos múltiples para trabajar metal, siendo Alemania el principal proveedor, seguido de Japón y Estados Unidos.
En el rubro de máquinas de corte por láser, ultrasonido, electroerosión y plasma México importó en el mismo periodo USD 133,703,665; en el de máquinas herramienta para prensado, forja y estampado las compras al exterior suman USD 586,813,354; y en equipos de soldadura suman USD 585,543,155.
La ITA sostiene que México es el mercado más importante para seis de sus principales manufacturas de exportación. Para comenzar, es el principal destino de ventas de sus moldes industriales. En 2015, las compañías estadounidenses vendieron USD 354 millones en moldes a su vecino del sur, principalmente para las industrias automotriz y de componentes electrónicos. El organismo sostiene que mientras que las ventas al exterior de moldes estadounidenses han caído en los últimos años, México seguirá siendo el destino de exportación más importante para los fabricantes de moldes de Estados Unidos en 2017.
La base de datos de comercio de Naciones Unidas reporta que entre enero y agosto de 2016 México importó USD 1,186,535,082 en moldes, de los cuales USD 330,432,049 provino de Estados Unidos y USD 190,486,643 de China.
En cuanto a partes y accesorios para máquinas herramienta, en 2015 México también fue el principal mercado de exportación para Estados Unidos con ventas por USD 184 millones. A agosto de 2016 las ventas hacia México de esta categoría a nivel global sumaron USD 399 millones, de los cuales USD 160 millones provinieron de EE.UU., USD 66 millones de Alemania y USD 49 millones de Japón.
La ITA sostiene que entre 2009 y 2015, el crecimiento promedio en este subsector fue de 9.5%, el cual “ha sido consistente con el crecimiento en el mercado mexicano” por lo que este organismo calcula que las ventas en partes de máquinas herramienta continuarán creciendo en 2017.
México también es un mercado creciente para herramientas y matrices. En 2014, los fabricantes estadounidenses de herramientas y matrices vendieron USD 352 millones a los usuarios finales mexicanos, principalmente en ventas de matrices para operaciones de prensado y estampado típicas de la industria automotriz. Entre 2009 y 2015, el subsector registró un crecimiento medio anual de 14.5%.
El reporte de la ITA explica que los proveedores mexicanos de piezas de metal se están moviendo rápidamente hacia el corte por láser como un proceso más rápido y limpio que les permite evitar trabajos de acabado adicionales. Los proveedores de este campo, que incluyen a Amada, Trumpf, Mitsubishi y otros, tienen distribuidores en las tres principales ciudades del país. En 2015 México compró USD 295 millones en herramientas de corte estadounidenses y USD 215 millones de dólares en máquinas herramienta para formado. El organismo anticipa que en 2017 México seguirá siendo el principal destino de las ventas de máquinas herramienta estadounidenses.
Proyecciones para la industria automotriz
Estados Unidos ya jugó todas sus cartas en México como clúster para su producción automotriz. En entrevista con Metalmecánica Internacional, y citando un estudio de Proméxico, Manuel Nieblas, líder de la industria de Manufactura Sector de Productos Industriales y de Servicios en Deloitte México, recalcó que este es el sector que más inversión extranjera directa ha recibido en los últimos cinco años, posicionando al país como el séptimo productor mundial de vehículos y con la meta de llegar al quinto lugar en 2020. En autopartes, México es uno de los cinco principales productores a nivel mundial. 70% de la producción de autopartes se destina a fabricantes de equipo original y es el principal proveedor de autopartes del mercado más grande a escala mundial: Estados Unidos.
General Motors, FCA (Fiat-Chrysler), Ford, Nissan, Honda, Toyota, Volkswagen, Mazda y recientemente Kia hacen presencia en México, produciendo 500 modelos en 22 plantas de manufactura que cuentan a su vez con una red de 1,800 proveedores.
En su informe “El creciente rol de México en la industria automotriz mexicana”, el CAR sostiene que “el techo de la capacidad de manufactura automotriz mexicana no tiene límites”. “Si las iniciativas federales de México tienen éxito, particularmente en la expansión de la capacidad portuaria y la mejora de las habilidades de la mano de obra, el cambio de la manufactura automotriz norteamericana hacia México continuará. Los fabricantes de automóviles atraerán su base de proveedores hacia México, y dada la tendencia de los fabricantes de automóviles de ubicar sus centros de investigación y desarrollo cerca de las plantas de ensamblaje, México también puede capturar una proporción creciente en ingeniería, proporcionando mejoras continuas en los sistemas educativos mexicanos”.
Y es que en materia de investigación y desarrollo, México también ha sabido cómo llamar la atención. Recientemente anunció una reducción de 30% en impuestos para todas las inversiones que se hagan en este sentido. Así, compañías como FCA, General Motors, Nissan, Volkswagen, Continental y Delphi tienen instalaciones de investigación e ingeniería automotriz ubicadas en territorio mexicano.
Además del ya mencionado boom que vive la industria en materia de atracción de ensambladores, México también ha expandido su capacidad y reputación como productor de autopartes. Por ejemplo, entre 2012 y 2015 el país pasó de producir 2.8 millones de motores a 3.7 millones, y se proyecta que para 2018 este rubro alcance los 4.2 millones. Las estimaciones a futuro se ven aún mejor si se tiene en cuenta que la necesidad de reducir el impacto ambiental de los vehículos ya se ha reflejado en la forma en la que estos son diseñados y construidos y, allí, México tiene un importante terreno ganado.
“Se ha producido un cambio rápido y continuo hacia motores más pequeños: motores de 3 y 4 cilindros… Dado que México construye una gran parte de los motores pequeños y de los vehículos pequeños para pasajeros en los que se instalan estos motores, la producción mexicana de unidades de turbocompresores puede posicionarse y aumentar rápidamente... Entre 2015 y 2020 se espera que la producción total de motores pequeños de América del Norte crezca más de 23% y se prevé que casi todo este crecimiento ocurrirá en México”, explica el CAR.
El futuro de la industria aeroespacial
Boeing estima que en 2033 habrá 36 mil aeronaves de más de cien asientos. Se proyecta que del total, 15 mil serán nuevos modelos que reemplacen a las aeronaves más antiguas y menos eficientes. Un diagnóstico publicado recientemente por ProMéxico sobre el sector explica que este país registró un crecimiento anual en sus exportaciones de componentes para el sector de 14.1% durante 2006-2015.
En la más reciente edición del Mexico's Aerospace Summit se proyectó que las exportaciones de la industria aeroespacial en México alcancen USD 7,500 millones al concluir 2016. Así mismo, se indicó que al cierre del año la inversión extranjera directa en esta industria mexicana alcanzará USD 33,000 millones, de los cuales 75% es de origen estadounidense y 25% europeo.
Según estimaciones del Programa Estratégico de la Industria Aeroespacial 2010-2020, coordinado por la Secretaría de Economía, se estima que esta industria registre exportaciones de USD 12,267 millones a 2021, con un crecimiento anual de 14%.
“Cabe destacar que México es el sexto proveedor de la industria aeroespacial de los Estados Unidos. La proximidad geográfica con el mercado aeroespacial más grande del mundo, así como la convergencia con los dos principales corredores de manufactura en América del Norte, son factores competitivos para el país. Aunado a ello, el compromiso de la industria, la academia y el gobierno para establecer e instrumentar una estrategia nacional, han permitido la creación de polos de alta competitividad que funcionan dentro de un ecosistema certificado y de clase mundial. De esta manera, México se presenta como un destino atractivo en innovación y eficiencia operativa”, indica el informe.
El próximo año, y hasta 2020, el sector aeroespacial mexicano se preparará para avanzar del puesto 15 al 10 a nivel mundial en ventas del sector, superando a Brasil y a España; generar 110 mil empleos, que incluyan entre 30 y 35% de puestos con un nivel de ingeniería o mayor; y alcanzar exportaciones superiores a los USD 12,000 millones.Te podría interesar...
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