Un análisis del sector realizado por la Cámara Fedemetal de la Asociación Colombiana de Industriales (ANDI), pronostica un crecimiento en la producción siderúrgica nacional de 1,82 millones de toneladas para 2012, lo que equivale a un crecimiento porcentual de 5%.
Según informó la entidad en comunicado, respecto al consumo aparente, se espera finalizar el 2012 con 3,28 millones de toneladas, en el 2013 con 3,4 millones de toneladas y para el 2014 la meta es llegar a 3,6 millones de toneladas, todo esto impulsado por el desarrollo que experimentará el sector al estar desde este año en el programa de “Transformación Productiva” del Gobierno Nacional, lo cual lo convierte en un sector estratégico para las exportaciones de valor agregado del país.
Para Juan Manuel Lesmes, Director de la Cámara Fedemetal de la ANDI, la industria crecerá de forma sostenida, pero moderada en el 2012. “Se continuará con la tendencia alcista en el crecimiento que se ha venido dando en los últimos años, aunque a una tasa más moderada pero igualmente alta. Para el 2013 la idea es llegar a 1,86 millones de toneladas y en el 2014 alcanzar las 2 millones”, indicó Lesmes.
Este crecimiento sostenido se ha dado como consecuencia de las inversiones que han realizado las siderúrgicas nacionales y extranjeras, como: Diaco, Paz del Río, Acasa Ternium, Sidoc y Sidenal, así como la entrada en funcionamiento de la nueva planta de laminados en frío de Corpacero, las inversiones de Acesco y el crecimiento destacable de Holasa en su penetración en el mercado brasileño ofreciendo hojalata.
La Asociación resalta que, aunque el año se visualiza positivo para la cadena productiva, las sombras están en la competencia desleal, especialmente de las importaciones a precios de dumping provenientes de países asiáticos, en el ingreso de productos que no cumplan los reglamentos técnicos o las normas de calidad, lo que les permite quebrar precio en contra de la industria nacional y afectando a los consumidores, en el contrabando clásico y el técnico, en la desaceleración de la economía mundial y la inestabilidad de la tasa de cambio, entre otros factores.