Productores de moldes en América Latina: perspectivas 2005
Productores de moldes en América Latina: perspectivas 2005
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Estabilidad en las ventas anuales pero asumiendo difíciles retos para mantener e incrementar la participación en el mercado, fue el panorama que registraron las empresas productoras de moldes de la región a lo largo de 2005.
Un sondeo realizado por Metalmecánica Internacional, a una muestra representativa del sector en diferentes países de América Latina, constató que el total de las ventas del año pasado, para la mayoría de las empresas, se mantuvo constante o presentó leves incrementos. Este comportamiento, aunado al aumento de los precios de las materias primas y a la competencia de productos provenientes de Asia, está obligando a las empresas a repensar sus estrategias de mercado y a actualizar sus plantas de producción desde el punto de vista tecnológico.
Aunque la demanda por moldes es creciente, la competencia de las importaciones, principalmente de China, fue uno de los factores determinantes para el comportamiento de la industria el año pasado. Pese a que algunos países de la región están adoptando medidas de protección, no existen razones para creer que esta situación pueda cambiar en el futuro próximo.
Metalmecánica consultó 26 empresas. La muestra está compuesta por siete empresas argentinas, dos brasileñas, tres chilenas, cuatro colombianas, una costarricense, una de Guatemala y ocho mexicanas. Estas compañías registran una facturación anual comprendida entre los US$30 mil y los US$9 millones. De la misma manera, las plantas de personal son inferiores a 150 empleados. En su gran mayoría son empresas medianas y pequeñas. En conjunto, las empresas de la muestra vendieron US$47 millones a lo largo de 2005 y compraron en promedio US$1,2 millones mensuales en materias primas.
Un mercado competido
De acuerdo con la Cámara Sectorial de Herramientas y Moldes de Brasil, el mercado internacional de moldes y herramientas mueve cerca de US$20 mil millones anuales. En Brasil existen alrededor de 3500 firmas formales, de las cuales 20% produce para consumo interno. Este sector presentó un crecimiento de 25% en el año 2004, pero el año pasado, debido al aumento en el precio del acero, estimado en 130%, y la desvalorización del dólar frente a la moneda brasileña (el real), se generó en forma simultánea una disminución en las exportaciones y un aumento de las importaciones, cuyo resultado fue una desaceleración del sector.
El caso brasileño es similar para los otros países de la región que se vieron afectados por los mismos fenómenos, principalmente en lo que se refiere a la desvalorización del dólar y al fortalecimiento de la moneda local durante 2005. Para el presente año, la tendencia cambiaria en América Latina se está revirtiendo, presionada por el aumento en las tasas de interés de Estados Unidos, lo que se traduce en una recuperación del valor del dólar y en una depreciación de las monedas locales, que nuevamente favorecerá las exportaciones y la compra del producto doméstico.
Sin embargo, la competencia de China, en el caso de los moldes, no se afecta en forma significativa por el comportamiento de las tasas de cambio. Los costos de mano de obra y el volumen de producción del país oriental abaratan los precios del producto haciéndolo competitivo frente a lo producido en otros países, aun en épocas de revalorización del dólar. Por esta razón, varios países de América Latina estudian, o han adoptado, medidas para impedir la entrada sin control de los productos chinos. El sector metalmecánico y la industria de moldes no han sido ajenos al establecimiento de estos controles, principalmente de tipo arancelario.
Costos de materias primas
El sector de la producción de moldes trabaja básicamente con metales: aluminio, acero, bronce y cobre. A lo largo de los dos últimos años, los precios de estas materias se incrementaron considerablemente. El aluminio, por ejemplo, sufrió grandes alzas en el precio durante 2005; no obstante, los mayores aumentos se han presentado en lo corrido de 2006. Para los productores de moldes en aluminio, el año 2005 les representó una fuerte alza en su materia prima. Los precios aumentaron 22,9% en el cuarto trimestre y en total 23,6% a lo largo del año. La tendencia continúa, pues el 2 de mayo del presente año la tonelada sobrepasó los US$3 mil. En la actualidad, bordea los US$2300. Este precio sigue estando 35% por encima de los valores que tenía en junio del año pasado, cuando se valuaba por debajo de US$1700 la tonelada.
De la misma manera se comporta el precio del cobre. En octubre de 2004 tuvo su precio más bajo, pero a lo largo de 2005 se recuperó y en abril de 2006 sobrepasó los máximos históricos registrados. En diciembre de 2005, el precio del metal alcanzó los US$2025 por libra.
Por otra parte, los precios del acero se mantienen altos desde 2004, cuando alcanzaron un incremento cercano a 60% con respecto al año inmediatamente anterior. Los factores de este aumento desmesurado han sido varios: la depreciación del dólar frente al euro a lo largo de 2004 y de 2005, la subida de los precios del petróleo, la caída de las exportaciones de Europa del este y, sobre todo, el crecimiento de China. Se calcula que China consume más de la cuarta parte de la producción mundial de acero. Inclusive, algunos analistas estiman que el consumo del país asiático asciende a 30% de la producción mundial.
Estas circunstancias han influido en los precios de materiales como el hierro o la chatarra, que en los últimos seis años han crecido 243%. Muchos productores de moldes están recurriendo a materiales reciclados, más baratos que los materiales puros. Este incremento de la demanda por los metales reutilizables también está presionando el aumento de los precios.
Retos inaplazables
Ante el difícil panorama que se presentó en el año 2005, y que al parecer se prolongará al menos durante 2006, los empresarios del sector metalmecánico de producción de moldes se ven abocados a mejorar sus procesos de calidad, adecuarse tecnológicamente y buscar nuevas alternativas de mercado.
El reto es grande si se tiene en cuenta que los fabricantes de moldes se especializan en recibir los diseños y las ideas de sus clientes. Las exigencias de quienes requieren moldes cada día son mayores y complejas. En la actualidad, la tendencia es hacer nuevos modelos, más modernos y que consuman menos material, manteniendo las condiciones de resistencia. Esta situación obliga a los molderos a crear alternativas, lo que demanda recursos para investigación y desarrollo.
Aunque las inversiones en nuevas tecnologías van en crecimiento, todavía falta mucho camino por recorrer. Según los datos de la encuesta realizada por Metalmecánica Internacional, por cada máquina de control numérico (CNC) en el sector, existen dos máquinas convencionales. Los talleres de fresado, electroerosión y rectificado ocupan en mayor porcentaje máquinas convencionales, en tanto que los centros de mecanizado son los de mayor número de máquinas tecnológicamente avanzadas.
En cuanto al uso de programas de diseño, las empresas avanzan y se actualizan constantemente. La encuesta demostró que existe una gran diversidad de programas utilizados por los molderos latinoamericanos, debido en gran medida a lo diverso del sector, ya que se fabrican moldes para inyección de plástico, para colada en caliente, para vidrio, para poliestireno expandido, para partes de electrodomésticos, entre muchos otros.
El otro aspecto por considerar es el relacionado con las estrategias de mercado. Vale la pena recordar que este es un mercado que mueve cerca de 20 mil millones anuales a escala mundial. Sin embargo, la mayor parte de las empresas medianas y pequeñas, consideradas las más vulnerables, se enfoca hacia los mercados domésticos. Dada la gran competencia que existe tanto entre empresas del mismo país como de terceros países, se hace indispensable diseñar estrategias para establecer nichos de mercado externos. En este aspecto, el acompañamiento gubernamental a través del apoyo al sector en la búsqueda y consolidación de los negocios de exportación constituye un factor fundamental. Para poder llegar con productos de buena calidad y aceptados en otros mercados, las empresas también se ven obligadas a mejorar su gestión de calidad y a buscar la certificación internacional, principalmente en lo que a las normas ISO 9000 se refiere.
La industria de moldes hechos de metal sigue siendo clave dentro de la actividad productiva de cualquier país, por la diversidad de industrias que abarca y por la demanda de tecnología. Prácticamente, cualquier dispositivo que usamos se origina en un molde: el mouse de una computadora, la carcasa de un celular, un secador de pelo, una suela de zapato, un faro de automóvil, los recipientes de plástico, los envases de vidrio, entre otros.
Aunque el año pasado fue especialmente difícil para esta industria, las perspectivas futuras son alentadoras. La proliferación de empaques de plástico rígido, vidrio e poliestireno expandido, así como la fabricación de productos para el consumo masivo que requieren moldes está en aumento y ofrece una posibilidad de ampliación del mercado para quienes se mantengan a la vanguardia en diseño y se preparen tecnológicamente.
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