¿Qué será del sector en 2002?

El país que más dificultades atravesó el año pasado fue Argentina: las ventas locales de automóviles disminuyeron, la caída del producto interno se concentró en los sectores productores de bienes (-3,7%) y las vicisitudes con el tema cambiario continuaron. Pese a ello, se espera que el volumen de las exportaciones de bienes servicios aumenten, así como sucedió en el año 2000 (1,8%). De igual manera, se prevé que las exportaciones automotrices, especialmente hacia Brasil, aumenten con respecto a 2001.

Según Alfredo Bonazzi, presidente de la Cámara Argentina de la Máquina-Herramienta (Carmahe), después del cuarto año de recesión el sector ha estado en el peor momento de las últimas cinco décadas. De acuerdo con Bonazzi, entre los factores que han influido para esta situación se encuentran las altas tasas de interés, la paridad cambiaria atada a la moneda más fuerte del mundo, el fracaso de un mercado común inviable y la competitividad baja, sumado al enfrentamiento con un comercio externo subvencionado. Sin embargo, Bonazzi considera que en el año 2002 la producción de partes para la industria petrolera, los aceros laminados y el procesamiento de aluminio tendrán un repunte.

De otra parte, Héctor Mario Moratto, gerente comercial de Intertech Argentina comenta que "la situación actual de Argentina es incierta y en el caso de que no se produzcan cambios en la condición económica, el panorama del año 2002 se prevé muy difícil y con pocas expectativas de crecimiento. De todas formas el gobierno está trabajando para conseguir renegociar la deuda interna y externa y, si esto se consigue, se podrán disponer de fondos para incentivar el desarrollo de distintas industrias en el ámbito local que transformarían al año 2002 en un periodo de muy pequeño crecimiento económico, pero que podría ser el inicio de una etapa de crecimiento sostenido para los próximos años".

Moratto coincide con que la industria petrolera, así como el sector agroindustrial serán los que más dinámica le darán al sector metalmecánico durante 2002, representados en la demanda de partes, estructuras y piezas de reposición. De igual manera considera que la manufactura de moldes para el sector plástico será importante para el sector.

En cuanto a los factores que más influyen en el comportamiento del sector argentino, Moratto considera importantes la relación con Brasil y la paridad con el dólar. "Lamentablemente en nuestro país hace mucho tiempo que no se realizan políticas económicas que desarrollen el sector industrial; hoy nuestra competitividad está afectada por la diferencia cambiaria que tenemos con países como Brasil, que ha devaluado su moneda sin considerar que forma parte de un mercado común".

Por su parte, Brasil también vivió un año complicado en gran parte por su crisis energética, surgida en mayo. Durante el año 2000 la industria manufacturera había contribuido al mejoramiento económico, con un crecimiento de 5,7%. Sin embargo, muchos consideran que la principal barrera para un crecimiento continuo de Brasil es su elevado nivel de endeudamiento externo con una proyección a corto plazo.

Para 2002 se prevé que el sector metalmecánico en Brasil tendrá un crecimiento estimado de 3%, principalmente en la industria automotriz, autopartista y agroindustrial. Las inversiones de las firmas automotrices siguen viendo en Brasil una buena plaza para la producción. Casos como Reanult, que con su planta brasileña va a exportar motores para Europa con el fin de reducir costos de fabricación entre 5% y 7%. De igual manera, la empresa japonesa Honda anunció en noviembre pasado que invertirá entre US$ 30 a US$ 40 millones en la ampliación de la fábrica de Manaos para la producción de una moto pensada para el mercado norteamericano. Este hecho coincide con el buen comportamiento que tuvo la producción de motocicletas en 2001, presentando un crecimiento de 21%, comparado con el año 2000. Según la Asociación Brasileña de Fabricantes de Motocicletas, Ciclomotores, Motonetas y Bicicletas (Abraciclo), Brasil pasó de producir 634.984 unidades de motocicletas en 2001 a 770.000 en 2001.

Además de estos hechos positivos, la Asociación Brasileña de Fabricantes de Máquinas y Equipos (Abimaq) dio a conocer un informe en el que anuncia que la industria de automotriz invertirá US$ 6,8 billones hasta el 2003, con el propósito de actualizar las fábricas ensambladoras de vehículos radicadas en Brasil. De esas inversiones, 54% estará destinada a la adquisición de máquinas-herramienta y equipos para el desarrollo de nuevos modelos de vehículos.

De otro parte, el Sindicato de Productores de Autopartes (Sindipecas) espera crecer 10% en 2002, esperando alcanzar una facturación de US$ 12,6 billones con el pronóstico de que en Brasil se producirán 2,1 millones de automóviles durante 2002.

Según Djalma Carmo de Oliveira, gerente ejecutivo de la CSMF (Cámara de la Máquina-Herramienta de Abimaq) las empresas del sector metalmecánico en Brasil prevén una ligera recuperación, principalmente por las inversiones del sector petrolero. "De igual manera, las industria automotriz deberá aumentar las exportaciones lo que contribuirá a la mejora de los negocios de los fabricantes brasileños de máquinas-herramienta. Sin duda que los sectores que en Brasil tendrán mayor crecimiento son las industrias automotriz, de autopartes y telecomunicaciones, al igual que el sector manufacturero de máquinas y equipos".

Según Carmo de Oliveira, el sector de las máquinas-herramienta brasileña, no obstante la crisis energética, terminó el año 2001 con un crecimiento de 5%.

"Internamente, los factores que pueden afectar el sector el próximo año son la crisis energética, las dificultades de obtención de crédito, además de la crisis en Argentina y la situación de los atentados terroristas en Estados Unidos".

Chile y México
Después de la difícil situación que atravesó Chile en 1999 con su recesión, los años 2000 y 2001 fueron de crecimiento para el país austral con un crecimiento que ha estado entre el 5% y 6%. Tal vez uno de los hechos que le han permitido ese crecimiento se debe a su política cambiaria que ha demostrado que en economías emergentes es posible adoptar un esquema de política monetaria con metas de inflación y régimen de flotación de manera simultánea.

Los sectores metalmecánico y minero han recobrado cierto dinamismo con un crecimiento que está en el 4,3%. Las exportaciones de bienes en Chile también han crecido en los últimos dos años (16,3% en 2000 y se estima que 2001 alcance una cifra parecida), en parte gracias al aumento del tipo de cambio real que fortaleció la competitividad de las exportaciones no tradicionales. Por esta razón, el sector de la industria de las metálicas básicas se vio beneficiada.

Según Claudio de los Reyes, gerente comercial de Intertech Chile –una de las firmas más reconocidas de ese país que provee máquinas-herramienta, equipos y accesorios para el sector metalmecánico--, "el crecimiento de la industria para el próximo año se prevé en un crecimiento mínimo de 2%, el cual según las proyecciones más optimistas del gobierno podría llegar a cifras cercanas a 4% como máximo. En lo referente al área metalmecánica se espera que el crecimiento sea plano, fluctuando entre 0% y 2%".

De otro lado, Maricel Moraga, gerente de estudios de Asimet (Asociación de Industrias Metalmecánicas y Mineras de Chile) ve con escepticismo el futuro del sector para el próximo año en su país: "vemos el panorama complicado, debido a la lentitud en la recuperación de la demanda interna, así como de los sectores construcción y minería. El crecimiento será impulsado principalmente por los sectores exportadores, así como por el inicio algunos grandes proyectos (celulosa, transporte, infraestructura)". Según Moraga el sector de mayor crecimiento de la industria en 2002 serán los bienes de capital (estructuras), por la mayor demanda derivada de proyectos de inversión. Por su parte, el ingeniero Claudio de los Reyes afirma que Chile es básicamente un país minero que, como economía secundaria, en orden de importancia tiene a la agricultura, la pesca, y la madera.

"Chile no tiene producciones metalmecánicas importantes como otros países sudamericanos tales como las industrias automotrices o bienes de consumo masivos. En este momento las áreas de mayor crecimiento están radicadas en estas actividades (nuevos proyectos mineros, forestales, y plantaciones de uva para vinos de exportación.) Lo anterior ha implicado que el desarrollo de la industria metalmecánica en Chile siempre haya estado radicado en el área de servicios, ligado muy estrechamente al desarrollo de las actividades antes mencionadas, esperándose que para el próximo año 2002 se mantenga la misma tendencia".

Según de los Reyes los factores externos negativos más importantes que influirán en el sector chileno son la deceleración y prevista recesión de la economía estadounidense, las consecuencias de los atentados terroristas en Estados Unidos y la crisis Argentina. "Como contraparte positiva se espera la definición durante el mes de diciembre de una negociación de vía rápida que permita el ingreso de Chile al tratado de libre comercio de América del Norte. Internamente el panorama metalmecánico se ve bastante plano y de muy bajo crecimiento, aun cuando no negativo. Y depende básicamente del desarrollo de nuevos proyectos ligados al área de servicios".

Para Moraga los factores internos que afectarán la industria en 2002 son la demanda doméstica deprimida, la regulación inadecuada y la excesiva fiscalización (laboral, tributaria, ambiental), que han afectado negativamente al sector. "Positivamente, ha incidido el tipo de cambio alto. Entre los factores externos que influirán en Chile están la crisis argentina, la reducción en el producto mundial y la competencia desleal con las importaciones de productos de algunos países. Las áreas de la industria que tendrán mayor desarrollo en 2002 son la producción de bienes de capital, matrices y moldes, y fundiciones. ASIMET se encuentra trabajando junto a Corfo en proyectos de desarrollo para estos tres sectores, que se estiman con mayor potencial y dinamismo futuro".

Pasando a México, este país ha sido l’enfant gaté del sector latinoamericano en los últimos tres años. Su cercanía geográfica con Estados Unidos, la pertenencia al tratado del ALCA y la transferencia de muchas plantas –especialmente de la industria automotriz y autopartista-- de Estados Unidos hacia el norte del país azteca han favorecido la industria mexicana. Claro que esa estrecha relación de México con Estados Unidos tiene las dos caras de la moneda, porque su estrecha relación comercial hace que se afecte la industria mexicana cuando en Estados Unidos las cosas no van bien. Y, por supuesto, los efectos del 11 de septiembre resintieron la industria durante el último trimestre de 2001.

A pesar de los recientes acontecimientos el sector está optimista y espera que durante el año 2002 el crecimiento continúe, tal como sucedió en 2000, cuando se tuvo un crecimiento de 6,9% el mayor de México en casi dos décadas. En últimos dos años las importaciones aumentaron más de 20%, lo que demuestra la fuerte relación que existe entre su dinámica, la del PIB y las exportaciones, particularmente de bienes manufacturados. Industrialmente, el sector de mayor crecimiento fue el manufacturero (7,1%), apoyado prácticamente por la maquila, cuya producción aumentó 15%.

Según Omar Zuñiga, director económico de la INA (Industria Nacional de Autopartes de México), la industria automotriz y autopartista tendrá un crecimiento en 2002. "La industria de autopartes, al igual que la industria automotriz en general, han enfrentado un panorama difícil durante este año. Al cierre del año 2001 se prevé que la producción de autopartes en México registre una caída de entre 3% y 3,5% con respecto al año 2000. Las perspectivas para el año 2002, no prevén una recuperación en el corto plazo sino hasta el tercer o cuarto trimestre del año. No obstante, esta recuperación a partir de la segunda mitad del año permitirá que la producción de autopartes en México registre un crecimiento de alrededor de 4% al cierre del año 2002 en comparación con 2001.

Zuñiga considera que los productores de autopartes que tendrán mayor crecimiento son los fabricantes de motores a gasolina, estampados, alfombras y asientos, que han tenido un crecimiento positivo durante este año a pesar de la caída de la mayoría de los sistemas. "La mayoría de estos fabricantes destinan su producción principalmente hacia el segmento de equipo original. Dada la recuperación en la producción de vehículos que se prevé para el año 2002, estos fabricantes podrían registrar también los mayores crecimientos dentro de la industria de autopartes.

Por lo que respecta a los fabricantes de refacciones, los segmentos de mayor crecimiento serán los de partes eléctricas, embragues y sus componentes, principalmente. En este mercado se prevé que la mayor recuperación la registren aquellos fabricantes de autopartes cuyo cambio resulta impostergable y de menor costo. De esta manera, los fabricantes de faros, luces, baterías, embragues, entre otros, serán los que resulten con mayor crecimiento ya que los propietarios de vehículos continúan con sus reparaciones puesto que son necesarias para el funcionamiento apropiado de sus vehículos debido a las exigencias normativas".

Sobre los factores internos y externos de la economía que influirán en la industria automotriz y metalmecánica de México durante 2002, Zuñiga opina que la evolución de las principales variables macroeconómicas tales como el crecimiento de la economía mexicana (PIB), así como el comportamiento de la inflación, tipo de cambio y tasas de interés afectarán el sector.

"El crecimiento del PIB dependerá en mucho del crecimiento económico de los Estados Unidos (nuestro principal socio comercial) y de la economía mundial en general. El resto de las variables (inflación, tipo de cambio y tasas de interés) no se prevén cambios importantes con respecto a los niveles que se tienen ahora. La inflación se espera entre 4,8% y 5,4% al cierre del año 2002. El tipo de cambio de entre 10 y 10.3 pesos por dólar al cierre del año y las tasas de interés se esperan se ubiquen entre 9,1% y 9,6% en promedio durante el año. Otro de los factores internos que sin duda tendrá repercusiones importantes sobre el comportamiento de la economía mexicana y, por lo tanto, de la industria automotriz es la aprobación de la reforma fiscal que el poder ejecutivo envió al Congreso para su aprobación. Nuestros pronósticos de los indicadores económicos consideran la aprobación de la reforma fiscal pero con modificaciones a la versión original que el poder ejecutivo envió al Congreso. En lo que se refiere a las variables externas, la evolución de la economía de los Estados Unidos y la crisis Argentina son los dos principales factores externos que pueden afectar la economía mexicana y a la industria automotriz en general".

En cuanto a los grandes proyectos para el sector automotor mexicano, Zuñiga afirma que el mayor reto para los fabricantes de autopartes en los próximos años será la exploración de nuevas oportunidades de mercado en regiones diferentes a la de Norteamérica, aprovechando los múltiples tratados de libre comercio y acuerdos sectoriales que México ha firmado en los últimos años con diferentes países y bloques regionales. "Las empresas mexicanas deberán aprovechar el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea y el Acuerdo Sectorial de Autopartes con Brasil para aprovechar dos de los mercados más importantes en materia automotriz para reducir su dependencia del mercado norteamericano".