La industria metalmecánica de cara a 2012

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La menor expansión de la economía mundial y la elevada incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales, tendrán repercusiones en América Latina y el Caribe, región que notará una leve disminución de 3,7% en su crecimiento, luego de alcanzar 4,3% en 2011, según un informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En su balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2011, el organismo regional de las Naciones Unidas señala que si bien durante la primera mitad de 2011 el crecimiento se moderó respecto a 2010, gran parte de la región tuvo un desempeño positivo gracias a un contexto externo favorable. Sin embargo, en la segunda mitad del año la volatilidad e incertidumbre complicaron el entorno global, lo que provocó una mayor desaceleración de las economías con respecto a 2010, cuando la región creció 5,9%.

Según el informe, el crecimiento estimado para 2011 implica un aumento del producto per cápita de 3,2% y, al igual que en años anteriores, los resultados son desiguales entre las subregiones, dado que los países sudamericanos crecieron 4,6%, las economías de Centroamérica 4,1% y las naciones caribeñas solo 0,7%.

Entre los retos de política macroeconómica que los países enfrentaron en 2011 se encontraron el aumento de la inflación, que pasó de 6,6% regional en 2010 a alrededor de 7% en 2011, la apreciación cambiaria de varias monedas ―especialmente durante la primera mitad del año―, la recuperación del espacio fiscal, la mantención de la dinámica del crecimiento y, sobre todo, a partir del segundo semestre, la amenaza de una desaceleración causada por el contexto externo.

Según el documento, el crecimiento económico de la región no es inmune al entorno de incertidumbre que impera a escala global. “Existe una probabilidad no menor de una crisis profunda de la Eurozona, lo que afectaría de manera significativa a la economía mundial en su conjunto e impactaría a nuestra región, sobre todo a través del canal real (exportaciones, precios, inversión extranjera, remesas y turismo), y el financiero (mayor volatilidad, posibles salidas de capital y dificultades de acceso al crédito)”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, al presentar el informe.

El informe recalca que la evolución del crecimiento latinoamericano y caribeño estará influenciada por la magnitud y los alcances del deterioro que se observe en la economía mundial. La disminución del nivel de actividad de los países desarrollados derivaría en una caída de la demanda de bienes, que repercutiría negativamente sobre las exportaciones de la región y los precios de sus principales productos de exportación, procesos que ya se están observando.

MÉXICO.
Cifras de la Secretaría de Economía señalan que el sector metalmecánico representa aproximadamente 2,9% del PIB nacional y 14% del PIB manufacturero. Así mismo, la dependencia indica que las empresas del sector metalmecánico están dedicadas a la fabricación, reparación, ensamble y transformación de metales. Hay también empresas de inyección de plástico y forja, de servicio galvanizado, trabajo de lámina, estampado, ensamblado, mecanizado, troquelado y fundición. Dentro de las empresas registradas aproximadamente 2000 son compañías grandes (entre ellas las automotrices), mientras que el resto son pequeñas  y microempresas. La mayor parte de las empresas se encuentran concentradas en Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, San Luis Potosí, estado de México, Querétaro y Puebla.

De acuerdo con el Directorio Estadístico de Unidades Económicas del Inegi, el número de Establecimientos Económicos del sector  (31-33) Industrias Manufactureras es de un total de 104.416.

Así mismo, según la Secretaría de Economía, México es el décimo mercado mundial en consumo de máquinas-herramienta, con un estimado de US$1309 mil millones. De igual manera, México es el séptimo importador, mientras que ocupa el lugar 26 en cuanto a exportaciones, es decir, más de 90% de la demanda se cubre con las importaciones. De estas, aproximadamente 28% provienen de Estados Unidos, siguiendo en orden de importancia Alemania, Japón, Italia, China y España. Otros países que también exportan máquinas-herramienta a México son Suiza, Reino Unido, Francia, Taiwán, Corea del Sur y Brasil.

La dependencia señala que los principales sectores consumidores de máquinas-herramienta son el automotor y sus componentes, aeronáutico y electrodomésticos.

El panorama.
De acuerdo con el presidente nacional de Canacintra, Sergio Cervantes, en México se necesitan reformas estratégicas para impulsar su crecimiento. En particular, señaló que las reformas política, energética, educativa y fiscal son urgentes para un crecimiento económico y social de México

“Hay que redoblar esfuerzos para encauzar el crecimiento y desarrollo de la planta productiva, así como atender las necesidades de modernización del país, lo que implica reactivar el mercado interno y asegurar el empleo”, comentó el dirigente.

Detalló que ante el posible escenario de una recesión en Estados Unidos, el sector más afectado sería el exportador, particularmente en rubros como el metalmecánico, automotor y la línea blanca.

“Estoy cierto que el mercado interno debe ser el motor de crecimiento de México, y para robustecerlo se requiere de una política que impulse el desarrollo regional”, añadió. Para ello, sugirió multiplicar el concepto de cadenas productivas a escala nacional, así como reforzar la estrategia de financiamiento para mejorar la competitividad de las empresas.

En este sentido, Eugenio Clariond, presidente de Caintra señaló que el entorno económico actual es incierto y presenta un panorama retador para los próximos trimestres, donde “una posible recesión o desaceleración económica de Estados Unidos, así como los problemas de deuda pública de los países europeos impactarán, sin duda, a México”.

México es el décimo mercado mundial en consumo de máquinas-herramienta, con un estimado de US$1309 millones. Sus importaciones desde China crecieron 183% en los últimos cinco años.

Añadió que el sector industrial de la nación se verá afectado muy probablemente por una baja en la demanda externa, que aunque se espera no sea una recesión, sí disminuirá el ritmo al que estaba creciendo el país en los últimos meses.

“Además de este panorama internacional desalentador, México enfrenta un proceso de desindustrialización que se ha manifestado con mayor fuerza en los últimos diez años. Es un ejemplo de estas transformaciones, e implica una disminución sostenida de la producción y del empleo industrial, específicamente de la manufactura”, señaló.

Dijo que en Caintra han insistido en la importancia de apuntalar los pilares que más influyen en la competitividad, como la inversión en capital humano y en la innovación y el desarrollo tecnológico, que posibiliten un crecimiento para la industria.

“Para potenciar al sector industrial es necesario contar con una política industrial y no abrir las fronteras eliminando aranceles con países que no juegan con las mismas reglas de juego y mantienen sus industrias con subsidios e incentivos perversos, como claramente sucede en China”, indicó.

Y es que de acuerdo con un estudio hecho por la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero), las importaciones provenientes de China en el sector metalmecánico crecieron 183% en los últimos cinco años.

El presidente del organismo, Raúl Gutiérrez, precisó que la entrada de productos de acero chinos causó una desindustrialización, además de una caída de 6,1% del valor de la producción manufacturera.

El estudio ―efectuado en conjunto con la Fundación Centro de Estudios del Comercio Exterior (Funcex) y el Instituto Latinoamericano del Fierro y el Acero (Ilafa)― señala que el déficit comercial versus China en 2005 era de US$16,6 mil millones, y que para 2010 llegó a US$41,4 mil millones.

“Se refleja en una desaceleración del volumen físico de producción, que creció 5,4% entre 1994 y 2000, mientras que entre 2001 y 2010 solo aumentó 0,7%”, indicó Gutiérrez. De acuerdo con Canacero, en México se aplican aranceles de entre 3% y 5% a los productos con contenido de acero provenientes de China, pero en 2012 los aranceles para estos productos serán de cero.

“En el caso del acero y la metalmecánica nos han reducido los aranceles a tasas muy bajas, la mayoría de las cuales en enero de 2012 estarán a tasa cero, producto de un acuerdo de reducción arancelaria publicado en diciembre de 2008”, indicó el dirigente.

El representante de Canacero señaló que hoy México tiene una capacidad instalada de 22 millones de toneladas de acero y, aunque la producción aún no regresa a los niveles previos a la crisis económica de 2008, la industria siderúrgica de México mantiene su compromiso con la inversión y el empleo.

“En el periodo 2010-2014 invertiremos US$11.500 millones, con los cuales se generarán 100.000 nuevas plazas de trabajo que se sumarán a los 550.000 empleos directos e indirectos que hoy tiene nuestra cadena productiva. La industria siderúrgica de nuestro país se encuentra en el número 13 del mundo por nivel de producción, pero lamentablemente hemos perdido peso mundial, ya que en los noventa representábamos 1,51% en promedio de la producción global y en la actualidad representamos 1,37% en promedio”, señaló.

Añadió que al carecer de una política industrial se han visto afectados por un promedio de crecimiento muy bajo, de menos de 2% en los últimos diez años, una caída de tres puntos porcentuales del peso de la manufactura en el PIB nacional, que pasó de 20% a 17%, también en esta década, así como un bajísimo crecimiento de la rama metalmecánica, que en diez años solo creció 0,1%.

“No tenemos manera en que podamos amenazar o ponernos a marchar. Si lo aplican [el arancel a tasa 0%] vamos a hacer menos inversiones”, dijo.

Detalló que las empresas agremiadas a esta cámara habían anunciado inversiones por US$11.500 millones entre 2011 y 2015.

Lo que viene.
Ante este panorama, para Carlos Fernández, presidente del sector metalmecánico en la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación ―Puebla―, las empresas del sector han comenzado a certificarse para ser más competitivas o a buscar nuevos nichos de mercado.

Señaló que si bien en lo que resta del año no se prevé un decrecimiento en el sector, las empresas se están preparando para la eliminación de aranceles. “Esperamos que el cambio no sea muy drástico. Se empiezan a diversificar en su producción para mantenerse algunas empresas, otras comienzan a certificarse para poder trabajar con las grandes empresas. Unas buscarán nuevos nichos de mercado”, indicó.

Dijo que es necesario generar políticas antidumping sobre las importaciones procedentes de China, así como homologar el costo de la energía eléctrica para competir. Sin embargo, para el secretario de Economía, Bruno Ferrari, las importaciones asiáticas, principalmente de insumos primarios, han fortalecido las exportaciones mexicanas, aunque se comprometió a investigar las prácticas desleales y las medidas antidumping documentadas.

Al respecto, el presidente de Canacero dijo que no hay indicio alguno de que el capitalismo de Estado en China y las políticas de apoyo a la industria de otros países vayan a desaparecer.

“Más aún, los planes anunciados por el gobierno chino advierten que, de ahora en adelante, su objetivo estará centrado en aumentar más sus exportaciones de bienes manufacturados con alto valor agregado, y esto pretenden lograrlo mediante políticas industriales bien definidas para aquellos sectores que consideran estratégicos, como el acero”, indicó.

Industria automotriz .
De acuerdo con Lorenza Martínez, subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, debido a que la industria automotriz mexicana ocupa el noveno lugar en la producción de vehículos a escala mundial y el sexto como exportadora, es necesario que apunte hacia la innovación y el desarrollo tecnológico para seguir fortaleciendo su potencial de crecimiento en el contexto internacional.

Según datos de la dependencia, al primer semestre del año el sector aportó 17% del Producto Interno Bruto (PIB) de la industria manufacturera, en tanto que a la mitad del año la balanza comercial de este sector fue superavitaria en US$22.665 millones.

En este sentido, de acuerdo con el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia), Eduardo Solís, la industria automotriz prevé cerrar el año con una producción histórica de 2.400.000 vehículos, cifra que implicaría un aumento de 7,4% respecto al año anterior.

Señaló que de cara a 2012 los planes de recuperación de Estados Unidos aún no se anuncian; por ello, todo lo que se pueda decir hasta ahora es mera especulación, aunque actualmente dicho país representa más de 70% de las exportaciones automotrices.

El directivo refirió que en el caso del mercado interno, la venta de automotores sigue por debajo de los niveles anteriores a la crisis de 2008, por lo que insistió en buscar medidas para su recuperación.

En referencia a la industria de autopartes, el presidente de la Asociación de Distribuidores de Autopartes en el estado de México,  Ricardo Moreno, señaló que se espera un crecimiento aproximado de 13% a finales de año para dicho sector.

“Si bien se trata de un crecimiento conservador para el cierre de año, al final se habla de crecimiento”, sostuvo.

Añadió que ante una posible desaceleración económica, esta empezaría a notarse el siguiente año, por lo que ―advirtió― es necesario hacer los ajustes necesarios desde ya, a fin de que no tenga un impacto tan fuerte.

En este sentido, Hugo Lara, presidente del Clúster Automotriz de Nuevo León, refirió que existe preocupación ante un escenario de desaceleración en el mercado internacional en 2012.

Afirmó que la industria de autopartes del estado proyecta exportar este año US$6000 millones, el doble de 2010, cifra impulsada por mayores pedidos de las armadoras de Estados Unidos.

Sin embargo, aseguró que al final del año las armadoras instaladas en México importarán más de US$25 mil millones en autopartes y componentes, por lo que, agregó, los productores nacionales deben adoptar estrategias para captar dicho mercado.

Industria aeroespacial.
De acuerdo con Carlos Bello, director de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia), el sector aeroespacial busca exportar US$12.000 para 2020, así como contar con una integración nacional de 50% en su cadena de valor.

“En 2010 las exportaciones fueron de US$3500 millones y este año esperamos crecer 20%”, indicó.

Añadió que en cuanto a inversión extranjera directa se espera un aproximado de US$1500 millones.

“Por otra parte, México apenas cuenta con 5% de integración nacional en su manufactura aeroespacial. Es decir, en el país se hacen algunos mecanizados y se importan partes, aluminio, aceros especializados, titanio y fibra de carbono”, señaló.


CHILE.
Sector metalúrgico-metalmecánico cerró 2011 con un crecimiento de 13,2 %
Un crecimiento mayor al esperado experimentó el sector metalúrgico-metalmecánico de Chile durante 2011. Así lo dio a conocer el presidente de Asimet, Ernesto Escobar E., al informar que el sector metalúrgico y metalmecánico experimentó durante diciembre pasado un aumento en sus niveles de producción de 7,7%. Con este índice, el sector cerró 2011 con un crecimiento de 13,2%, cifra mayor a la proyectada a mediados de año. Esto, según el dirigente gremial, demuestra que la actividad del sector está retomando los niveles alcanzados antes de la crisis de 2008.

Los subsectores de mayor dinamismo durante el año 2011 fueron industrias básicas de hierro y acero, que registró un crecimiento acumulado de 37,7%, con lo cual aportó 6,6 puntos porcentuales de crecimiento, seguido por fabricación de productos metálicos, con un aporte de 3,6 puntos porcentuales. El único sector que registró un retroceso durante el año pasado fue el de fabricación de artículos de metal, el cual restó 1,6 puntos de crecimiento al sector.

Pese a los buenos resultados exhibidos por la industria durante 2011, Ernesto Escobar señaló que es importante recordar que estas cifras se dan en un escenario de una baja  base de comparación, producto del terremoto de 2010. No obstante lo anterior, sostuvo que es destacable que el sector haya registrado durante el segundo semestre de 2011 un crecimiento de 8,4%, el que se compara con un período cuando la actividad se había recuperado de los efectos del terremoto.

En materia de ventas físicas, el sector metalúrgico-metalmecánico registró en  el año 2011 un aumento de 11,7% en relación con el año 2010. Según este indicador, no se observan variaciones significativas en los inventarios de productos del sector.

En cuanto al empleo, en el año 2011 la ocupación en el sector aumentó 0,8%. Cabe señalar que durante el segundo semestre se observó un importante repunte en cuanto a la contratación de trabajadores, lo cual revirtió la tendencia negativa exhibida en el primer semestre del año pasado.

ARGENTINA.
Una economía que vuelve a expandirse
Según el Balance Preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, realizado por Cepal, “la economía argentina volvió a expandirse significativamente durante 2011, impulsada por todos los componentes de la demanda agregada, de manera similar a lo ocurrido en el año 2010, cuando creció 9,2%. En 2011 se mantuvieron varias de las políticas expansivas utilizadas para hacer frente a los efectos de la crisis internacional, lo que redundó en que en el primer semestre el PIB registrara un crecimiento anual de 9,5%. Si bien se han advertido tasas de crecimiento más reducidas en el segundo semestre, se estima que en 2011 la tasa de crecimiento del PIB alcanzará por lo menos un 8,5%. Ello implica un arrastre estadístico del 1,5% de crecimiento para 2012, lo que permite proyectar una expansión cercana al 5,0% en ese año”.

Al igual que los grandes productores de automóviles de la región ―Brasil y México―, la industria automotriz y autopartista argentina también ha impulsado el sector manufacturero local al alcanzar nuevos récords de producción.

Industria automotriz impulsa el sector de manufactura.
Para 2011, el objetivo de la Asociación de Fábricas de Automotores ―Adefa― era fabricar aproximadamente 840.000 automóviles, con mayor nivel de integración de piezas locales, avanzando de este modo en el proceso de sustitución de importaciones. En número de unidades producidas la cifra prácticamente se cumplió, ya que el año pasado en Argentina se fabricaron 828.771 vehículos.

Se propusieron, además, abrir nuevos mercados de exportación en la región buscando diversificar los destinos y contribuir también por esa vía al mejoramiento de la balanza comercial del sector. Ver Tabla.

En 2011 la industria automotriz argentina superó todos los récords históricos, tanto en producción ―con 828.771 unidades― como en exportaciones, que sumaron 506.715 vehículos. Al comentar los datos difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores, su presidente, Viktor Klima, resaltó que “una vez más el sector se ha constituido en un factor determinante de la expansión de toda la industria argentina, explicando el 50,4% de su crecimiento en 2011, y completando así un ciclo de ocho años ―de los últimos nueve―, como la rama industrial que más contribuyó a la expansión fabril”. Mirando a futuro, preocupan los nuevos controles a las importaciones que regirán a partir del 1º de febrero de 2012, por la fuerte dependencia del sector de autopartes provenientes del exterior.

En todos los meses de 2011 las exportaciones de vehículos automotores justificaron más del 50% de la producción total del sector, con un máximo de 77,6% en enero y un mínimo de 54,1% en noviembre. Los principales destinos de las ventas externas del sector fueron: Brasil, con 410.677 unidades (81% del total); Europa ―13 países― con 42.606 vehículos (8,4%); Uruguay, 13.648 (2,7%); México, 13.318 (2,6%); Venezuela, 7044 (1,4%); Colombia 5577 (1,1%) y Chile con 5120 vehículos (1%) del total exportado. El resto de países fue destinatario de 8724 unidades (1,7% del total). Para mejorar el posicionamiento del sector en los mercados de la región, el gobierno negocia nuevos acuerdos bilaterales con Venezuela, Colombia y Ecuador.

De los 506.715 vehículos exportados, 344.918 fueron automóviles (59,7% del total producido en el país); 149.096 utilitarios (65,6%) y 12.701 vehículos pesados (52,1% del total de la producción).

Por otra parte, y con el aumento del 15,7% en su producción, la industria automotriz local se ha constituido en una de las de mayor expansión en el mundo, superando las tasas de crecimiento de México, Estados Unidos y Turquía y ubicándose en el puesto 19 del ranking de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA). Sin embargo, las optimistas previsiones para 2012 fueron impactadas negativamente por las recientes decisiones del gobierno argentino, que imponen nuevos controles a las importaciones. La alta dependencia de autocomponentes provenientes del exterior ―en promedio, más del 70% de los requeridos en el armado de los vehículos― y la necesidad de que su ingreso tenga la fluidez requerida por las terminales, han abierto interrogantes sobre el desempeño productivo del sector en los próximos meses.

BRASIL.
El país se recupera y mantiene su producción
De acuerdo con la CNI (Confederación Nacional de la Industria), en 2011 la industria brasileña operó con aproximadamente 82,2% de su capacidad instalada (Utilización de la Capacidad Instalada, UCI).

Desde 2010 la industria brasileña ya se venía recuperando con una serie de medidas que el gobierno había tomado para incentivar la producción, en especial de la industria automotriz, que tiene una fuerte influencia en el mercado brasileño. Un ejemplo de esa situación fue la disminución de los impuestos  IPI (Impuesto sobre Productos Industrializados-Tasas Gubernamentales sobre los Productos  Industrializados). Sin embargo, en la medida en que el mercado se recuperaba, el  gobierno reinstauró las tasas.

Según el  IBGE ―Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas―, en comparación con junio de 2010 (aumento de 0,9%), en 2011, 27 de los 28 sectores industriales tuvieron un crecimiento en la producción. Los sectores que más se destacaron fueron los vehículos automotores (2,5%), otros equipos de transporte (12,1%), la industria farmacéutica (6,9%), y los equipos electrónicos y de comunicación (10,0%). Entre las categorías de uso, el segmento de los  bienes de capital ha crecido cerca de 6,2%. Según el  IBGE, al analizar los cortes trimestrales, se observa que el sector industrial, al crecer 0,7% en el segundo trimestre de 2011, sustenta resultados positivos. Hay trimestres consecutivos con reducción del ritmo de crecimiento. Los bienes de capital (maquinarias), por ejemplo, pasaron de 8,6% en el primer trimestre a 4,5% en el segundo.

Los registros apuntaban a un crecimiento en el primer semestre de 2011 en 19 de los 27 segmentos industriales y en 45 de los 76 subsectores, también en comparación con igual período de 2010. Entre las actividades, vehículos automotores, con un crecimiento de 6,2%, mantiene el liderazgo en contribución positiva sobre el índice general, impulsado por los resultados positivos de la mayor parte de los productos indagados en la industria (aproximadamente 80%), según el IBGE. También es importante citar los avances registrados en otros equipos de transporte (12,5%), equipos e instrumentos médico-hospitalarios y ópticos  (20,8%), minerales no metálicos (4,8%), industrias extractivas (3,0%), máquinas y equipos (2,1%) y refinación de petróleo y producción de alcohol (2,0%).

En 2016 Brasil puede convertirse en el tercer mercado automotor.
Ejecutivos de las empresas automotrices más importantes del mundo consideran que en 2016 Brasil competirá por el tercer puesto en el ranking de los mayores mercados de automóviles del mundo, según la encuesta de Global Automotive Executive llevada a cabo por KPMG International.

En la actualidad, Brasil ocupa el quinto lugar entre los más importantes mercados de la industria automotriz, con cerca de 3,63 millones de vehículos vendidos en 2011, un récord local, de acuerdo con una encuesta de la Anfavea (Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores).

La encuesta, que contó con la participación de 200 ejecutivos de todo el mundo, también revela que en 2017 Brasil exportará más de 1 millón de vehículos al año. Las exportaciones brasileñas en 2011 llegaron a 540.000 unidades.

“Los resultados del estudio demuestran claramente la imagen que el sector automotor brasileño proyecta a escala mundial: un país con una economía fuerte y buenas perspectivas para el negocio”, dijo Charles Krieck, colíder de las áreas de los mercados industriales y de auditoría de KPMG en Brasil.

Brasil, Rusia, India y China (BRIC), con China a la cabeza del mercado automotor, y con Brasil e India en franco crecimiento por la disputa del tercer lugar en el ámbito mundial, dan como perspectiva que para 2016 los países BRIC tendrán más de 40% de la cuota de mercado global, según la investigación.

El sector de autopartes invertirá US$2500 millones en 2012.
La industria brasileña de autopartes debe invertir US$2500 millones en 2012. El número es el resultado de una encuesta realizada por Sindipeças, asociación que representa a los fabricantes de autopartes en Brasil. Si se confirma, este pronóstico representa la mayor inversión del sector en los últimos cinco años, 25% superior al alcanzado en 2011.

De acuerdo con las recientes declaraciones de Pablo Butori, presidente de la asociación, si el gobierno implementa medidas para estimular el sector, este año debe ser mejor que 2011. “Lo mejor vendrá en 2013, después de ajustar las normas de contenido local de autopartes en la fabricación de vehículos y el correspondiente impuesto IPI”, afirmó el dirigente gremial.

Los datos recopilados por Sindipeças estiman un crecimiento de 4,7% en 2012, comparado con 2011, ligeramente superior al rendimiento de 2011, cuando el incremento fue de 4,3%, en comparación con 2010.

Brasil sigue llevando más de la mitad de sus exportaciones a América del Sur, según los datos acumulados de enero a diciembre de 2011.

Entre enero y octubre de 2011, el déficit comercial de la industria de autopartes fue de más de US$4000 millones, según datos de Secex ―Departamento de Comercio Exterior―. El déficit total es de 29,35%, superior al del mismo período de 2010.

En 2011, el sector de autopartes cerró la balanza comercial con un déficit de US$4600 millones, que representa un aumento de 30,9% con respecto a los resultados de 2010. Las exportaciones alcanzaron los US$11.100 millones y las importaciones US$15.800 millones. El promedio mensual de las exportaciones fue de US$927,8 millones y las importaciones de US$1300 millones. En general, las exportaciones han aumentado 15,9%, mientras que las importaciones crecieron 20,0% en comparación con el año 2010.

Los datos acumulados de enero a diciembre de 2011 muestran que Brasil sigue llevando más de la mitad de sus exportaciones a América del Sur (51,1%). En comparación con el año 2010, el incremento fue de 17,83%, un valor menor que el crecimiento de las exportaciones hacia América del Norte (20,52%.

En cuanto a importaciones, el crecimiento fue de 20% en el período de enero a diciembre de 2011. Europa, todavía registra la mayor parte de las importaciones (41,5%), situación que puede cambiar en 2012, ya que Asia y Oceanía tuvieron la mayor tasa de crecimiento (28,54%).

La industria ferroviaria también aporta al crecimiento del sector.
Los ingresos de la industria ferroviaria brasileña alcanzaron US$2440 millones en 2011. Este total representa un aumento de 35% con respecto al volumen registrado en 2010. Según datos de Abifer (Asociación Brasileña de la Industria Ferroviaria), el año pasado se produjeron 5616 vagones, frente a 3261 unidades en 2010, con crecimientos superiores al 70%.

Este es el segundo mejor resultado de la historia de la industria brasileña, después del volumen producido en 2005, cuando se fabricaron 7597 vagones. La producción de locomotoras en el último año también mostró un salto significativo, alrededor de 70%, pasando de 68 unidades en 2010 a 113 en 2011. Sin embargo, la producción de vagones de pasajeros cayó a 336 unidades frente a las 430 del año anterior.

Para 2012, la entidad proyecta la producción de 3500 a 4000 vagones, 330 carros de pasajeros y 110 locomotoras. “La proyección muestra una disminución, pero es algo natural. El mercado es cíclico”, dice Vicente Abate, presidente de Abifer, quien subraya, no obstante, que la asociación conserva el pronóstico de producir 40.000 vagones en esta década.

De acuerdo con el ejecutivo, para 2012 la expansión del transporte ferroviario de carga, la continuación de las inversiones en el sector metroferroviario y la realización del proyecto del tren de alta velocidad demandarán más servicios de la industria ferroviaria instalada en Brasil..

Además, la flota brasileña de vagones ―estimada en 100.000 unidades― de 15% a 20% tiene más de 40 años de uso, lo que está obligando a las empresas concesionarias a renovar la flota. “Las concesionarias están cambiando los coches viejos, no muy productivos y muy pesados, por vagones que mejoren la productividad. Los nuevos modelos tienen peso reducido y cuentan con descarga automática.

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