Las voces de las mujeres en el sector tecnológico

Una de las misiones clave del día internacional de la mujer es forjar culturas de trabajo inclusivas en las que prosperen las carreras de las mujeres y se celebren sus logros. Actualmente, las mujeres representan el 18% de la fuerza laboral de Sandvik Coromant y el 30% de su nueva generación de gerentes, lo cual la ubica un poco por encima del promedio de la industria.  

Sin embargo, a pesar de estos éxitos, está claro que aún queda mucho trabajo por hacer para alentar a las mujeres a incursionar en los campos de la ingeniería y la tecnología. Si bien, desde la década de 1980 la mayoría de las personas que han obtenido licenciaturas universitarias han sido mujeres, se sabe que solo el 13% de los ingenieros profesionales son mujeres. Las empresas, los docentes y la sociedad en general deben tratar de cerrar esta brecha desde una perspectiva de igualdad, pero, al mismo tiempo, no pueden ignorar los beneficios empresariales que conllevan los equipos diversos.

Es hora de actuar

“Las culturas diversas e inclusivas les dan a las empresas una ventaja competitiva sobre sus pares”. Esta cita resume las conclusiones de la primera clasificación corporativa de The Wall Street Journal, publicada en enero de 2020, que examinó la diversidad y la inclusión entre las empresas del índice S&P 500. Sin embargo, ese mismo año solo el 16% de los directores corporativos encuestados por PwC consideraban que sus empresas merecían una calificación “excelente” por contratar una fuerza laboral diversa. Aún menos, el 15%, sentía que sus empresas eran excelentes en el desarrollo de talento diverso, y el 83% creía que las empresas debían hacer más para promover la diversidad racial y de género. 

Está claro que las empresas de todas las industrias deben avanzar a pasos agigantados para realmente cosechar los beneficios de la diversidad en sus equipos. Dado que las empresas que operan en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por su sigla en inglés) enfrentan algunas de las brechas de género más grandes, deben esforzarse aún más para superar este desequilibrio de género.

Una manera de inspirar a las jóvenes a considerar la ingeniería como carrera es promover las voces de quienes ya forman parte de la industria. Sandvik Coromant habló con una de sus ingenieras, que ha enfrentado sus propias adversidades y éxitos a lo largo de su trayectoria profesional.

Patricia Souza, gerente de tecnología de la información en Sandvik Coromant Brasil, se interesó por primera vez en las computadoras cuando era muy joven. “Recuerdo cuando fui de visita a la empresa de mi tío y entré a la sala de computadoras por primera vez”, relató Souza. “Como una niña que en general no había estado expuesta a la tecnología, me pareció algo extraordinario. También recuerdo haber notado que todos los operadores de las computadoras en la sala eran hombres. Yo quería cambiar eso”.

Ese momento se quedó grabado en la memoria de Patricia, quien luego estudió en la Universidade Municipal de São Caetano do Sul en Brasil. Después de obtener una maestría, empezó a trabajar en Sandvik Group como programadora de sistemas. Dos décadas más tarde, Patricia se ha convertido en miembro fundamental de la familia Sandvik, tras establecerse en su puesto en Sandvik Coromant.

A pesar de sus éxitos, Patricia reconoce que trabajar en el sector tecnológico como mujer no siempre es fácil. “En Brasil, sin duda todavía existe una cultura que considera que la tecnología solo tiene conexión con los hombres”, explicó. Un informe del centro de investigaciones Distrito, citado por The Brazilian Report en marzo de 2021, reveló que, en Brasil, solo el 9,8% de las empresas basadas en la innovación habían sido fundadas, al menos en parte, por mujeres, y solo el 4,7% habían sido fundadas únicamente por mujeres.

Aunque no le sorprende que las mujeres aún están subrepresentadas en el sector tecnológico de Brasil, Patricia es optimista. “Si alguien quiere fundar su propio negocio o unirse a una organización existente, es esencial que cuente con el apoyo adecuado. Esto debe empezar desde la educación: si de verdad queremos romper el sesgo, las mujeres deben estar conscientes de lo que son capaces de lograr desde una edad temprana. Si yo hubiera asumido de joven que las computadoras eran solo para los hombres, hoy no estaría ocupando un puesto de liderazgo en tecnología de la información en Sandvik Coromant.

“La responsabilidad también recae en las organizaciones. Yo tengo suerte de que Sandvik Coromant tenga un programa sólido de diversidad e inclusión, que anima de forma activa a las mujeres a ocupar puestos directivos en la empresa. Las personas son la mayor inversión de una empresa, así que es vital atraer a una amplia variedad de talentos de todos los contextos para conectar con una clientela global igual de diversa”.

Rosa María Luis, ha trabajado para Sandvik Coromant México durante más de dos décadas. Empezó su carrera como analista de cuentas por pagar y, desde entonces, ha ascendido en la jerarquía del equipo de finanzas de Sandvik Coromant, hasta llegar a su cargo actual de interventora financiera y de negocios.

Aunque hay quienes podrían asumir que Rosa, al desempeñarse en el área de finanzas y no de producción, está alejada de las complejidades diarias de trabajar en una empresa industrial internacional, la realidad es que su experiencia es todo lo contrario. “Es fácil pensar que los equipos de finanzas no son participantes activos en el campo”, dijo. “Sin embargo, como equipo, debemos saber exactamente qué está haciendo cada área de la organización, qué planea hacer y su impacto en el negocio. Gran parte de mi trabajo tiene que ver con mi capacidad de estar atenta a todo en todo momento”. 

Pese a algunas fluctuaciones en el pasado, el número de mujeres que asumen puestos directivos de alto nivel en América Latina va en aumento. Para Rosa, adoptar una cultura de apertura y comprensión es crucial para impulsar aún más estas cifras. “Debo dar las gracias a muchas personas, tanto hombres como mujeres, por la posición que ocupo hoy”, explicó. “Debido a las dificultades comunes para encontrar servicios de cuidado infantil, es fácil que las mujeres en México se queden en casa. No obstante, todas las empresas deben encontrar un equilibrio correcto de personas de todos los contextos para llegar a un público global y diverso”.

“En mi opinión, encontrar el equilibrio de género es cuestión de comprender las capacidades de cada individuo y hacer lo que es mejor para él o ella y para todo el equipo. No se trata de intentar incrementar las cifras para quedar bien. Me han apoyado en mi puesto y han reconocido mis talentos; eso es lo que debemos celebrar este Día Internacional de la Mujer”.

Los hechos hablan por sí solos: la industria de la ingeniería debe hacer más para alentar a las mujeres a incursionar en el sector. Las celebraciones como el Día Internacional de la Mujer son clave para destacar las opciones disponibles para las mujeres, que no deben verse limitadas por estereotipos. Pero, quizá lo más importante es compartir las historias de ingenieras que han superado obstáculos y han desarrollado verdaderas innovaciones para la industria, ya que esto es fundamental para formar a la próxima generación de heroínas de la ingeniería.