Persiste estabilidad macroeconómica en la región

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El año 2006 fue especialmente dinámico en el continente americano, particularmente en los aspectos económico y político. Se realizaron elecciones presidenciales o legislativas en casi todos los países del área, mientras los precios internacionales de los productos básicos y las materias primas continuaban con su tendencia alcista.

Las expectativas centradas en los aspectos políticos de América Latina hacían temer por una desbandada de las inversiones extranjeras, devaluaciones aceleradas de las monedas locales e impactos negativos en el comportamiento económico. Pero no fue así. Aunque reñidas y en un ambiente de polarización política, los resultados electorales no arrojaron mayores novedades y la estabilidad macroeconómica se mantuvo soportada en la dinámica de crecimiento que por cuarto año consecutivo registran las economías de los países de la región.

Por otra parte, la tendencia alcista de los precios de las materias primas básicas contribuyó a la mejoría de algunas de las economías del subcontinente, es el caso de Venezuela y México que se vieron beneficiados con el incremento substancial del precio del petróleo, tendencia que se mantuvo hasta octubre del presente año. Chile, por su parte, recibió un impacto positivo derivado de los precios del cobre. Por todo lo anterior, las proyecciones de crecimiento fijadas para el año 2006 por el Fondo Monetario Internacional (FMI), fueron modificadas al alza, lo que significa que en su mayoría los países de la región mostraron un mejor desempeño macroeconómico del que esperaba el organismo multilateral.

Los resultados para el sector metalmecánico son igualmente alentadores. Los principales países de la región lograron incrementar tanto la producción como las ventas externas de productos metalmecánicos a lo largo del 2006, aunque en algunos casos el crecimiento fue menor al proyectado. Para el año 2007 se espera continuar por la misma senda, tratando de consolidar los nuevos mercados que se han abierto para los productos del sector y buscando nuevos nichos y oportunidades.

El impacto geopolítico
Desde el punto de vista político, Costa Rica, Colombia, Perú, México, Ecuador, Brasil, Venezuela, Chile, Bolivia, Canadá y Estados Unidos realizaron elecciones presidenciales o legislativas. Con tendencias de izquierda y de derecha, claramente definidas, América Latina parece estar consolidando tres bloques: los países que mantienen políticas económicas ortodoxas y defienden el libre mercado; los países de corte socialista antiamericanos y los países de centro que pretenden un equilibrio entre el libre mercado y el compromiso social.

Con los resultados electorales de 2006, se consolidó el eje de corte socialista conformado por Venezuela, Brasil y Bolivia. Por otro lado, Colombia, Perú y México mantuvieron gobiernos de derecha aliados a las políticas norteamericanas; en tanto que Chile, con un gobierno socialista de centroizquierda, se mantiene en el sendero que gobierna al país desde 1990. Dentro de la misma línea política se encuentra Argentina que tendráelecciones presidenciales durante 2007.

Las elecciones y la nueva estructura geopolítica del continente incidieron menos de lo que se esperaba en el comportamiento económico. La desbandada de las inversiones, relacionada con la incertidumbre que suelen generar los procesos electorales, no fue tan significativa; la tendencia revaluacionista de las monedas locales se mantuvo, al igual que los niveles inflacionarios que, para la mayoría de los países, no supera el 5% anual.

Una de las pocas sorpresas electorales fue el cambio de orientación política en Bolivia con la elección de Evo Morales quien, a pocos días de su investidura como presidente, procedió a nacionalizar los hidrocarburos. El otro hecho de importancia fue el estrecho margen con el que Felipe Calderón ganó las elecciones en México y el descontento manifiesto de la segunda fuerza electoral, a la cabeza de Andrés Manuel López Obrador, de quien se espera una dura oposición.

De otra parte, la derrota republicana en el Congreso de los Estados Unidos, puede presionar un cambio de la política comercial hacia el proteccionismo, esto es menos abierta a las importaciones. A junio del presente año, el déficit comercial norteamericano ascendía a 814 mil millones de dólares y, en términos generales, Estados Unidos es el destino de aproximadamente 60% de las exportaciones de los países latinoamericanos. En los últimos dos años, los Tratados de Libre Comercio entre países de la región y Estados Unidos estuvieron a la orden del día. Acaba de aprobarse en el Congreso norteamericano, por un estrecho margen, el TLC con Centro América y el Caribe y se espera la aprobación de este organismo al TLC con Colombia, Perú y Ecuador. La mayoría demócrata lograda en las elecciones del 7 de noviembre puede inclusive desaprobar los nuevos tratados o presionar nuevas negociaciones más favorables a los intereses estadounidenses.

La economía mundial
Desde hace un par de años, los analistas económicos internacionales temen una desaceleración del comercio mundial que podría presentarse hacia finales de la década. De cumplirse estos pronósticos, el impacto sobre las economías de los países emergentes y en desarrollo podría conducirlos a nuevas y profundas recesiones. Sin embargo, los indicadores económicos al terminar el año 2006 permiten suponer que, si se produce dicha desaceleración, sería lenta y menos pronunciada que la crisis mundial anterior que azotó los mercados entre los años 1996 y 1998.

Particularmente, se teme por una disminución en el crecimiento de las grandes economías: Estados Unidos, Japón y Europa. Aunque Estados Unidos ha perdido dinamismo, Europa y Japón continúan presentando indicadores aceptables de crecimiento. Además, la economía China y la de los países emergentes de Asia siguen motivando el comercio y el consumo tanto de productos básicos y materias primas como de productos terminados.

En América Latina la gran preocupación se centra en la gran dependencia comercial existente con Estados Unidos, ya que si se presenta una contracción en la economía norteamericana, los países latinoamericanos serían los primeros y más afectados. Por esta razón, voces de diferentes sectores en distintos países de la región están alertando sobre la necesidad de diversificar el destino del comercio. En este sentido, Asia se presenta como una alternativa interesante. De hecho, Chile, cuyo segundo socio comercial es China, ha logrado diversificar el destino de sus exportaciones mediante diferentes tratados comerciales. Por esta razón, se siente mucho más seguro ante la posibilidad de una crisis del mercado norteamericano. El ejemplo Chileno es digno de imitar. Manteniendo una balanza comercial superavitaria, Chile ha firmado 17 acuerdos comerciales con 57 países. Las preferencias arancelarias logradas le dan a este país acceso a casi 85% del comercio mundial.

Pero, la anunciada crisis comercial no se ve tan cercana. Según cifras del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos para el año 2006 será de 3,4%, superior en dos puntos porcentuales al de 2005, cuando se ubicó en 3,2%. El FMI pronostica que en 2007 el crecimiento estadounidense será de 2,9%. Japón, por su parte, creció 2,7% en 2006, manteniendo la misma tendencia de los últimos años y se espera que en 2007 el crecimiento sea de 2,1%. La zona Euro creció 2,4% en 2006, crecimiento importante si se tiene en cuenta que en el año 2005 solamente alcanzó 1,3%. Para 2007 se pronostica un aumento del PIB de 2%.

El mayor dinamismo de la economía mundial se encuentra en los llamados países emergentes de Asia, cuyas economías en su conjunto crecieron 8,3% en 2006 y se pronostica que esta dinámica continúe en 2007, cuando el crecimiento será de 8,2%. China se mantendrá por cuarto año consecutivo con un incremento del PIB de 10%, porcentaje que se repetirá en el año 2007.

El año pasado, América Latina y el Caribe en conjunto registraron un PIB de 4,8%, según el Fondo Monetario Internacional. Este comportamiento es superior a 4,3%, correspondiente al 2005, y ratifica la tendencia de estabilidad macroeconómica que ha caracterizado a la región en los últimos años. Tanto el comportamiento hacia el alza de los precios de los productos básicos como la bonanza comercial a nivel mundial son las principales razones del buen momento económico de la región de los últimos años. Para el año 2007, se proyecta un incremento de 4,2%. Por bloques, el Mercosur creció 4,8% y se espera 4,5% para el próximo año. La Comunidad Andina de Naciones, incluido Venezuela, aumentó 5,7% y se proyecta 4,1% para 2007. México, Centro América y las islas del Caribe presentan 4,3% y 3,8%, respectivamente.

El país que registra el mayor dinamismo es Argentina con 8% para el año 2006 y 6% para 2007. Por tercer año consecutivo, Venezuela muestra un crecimiento muy alto al ubicarse en 7,5%, aunque el FMI estima que el próximo año caerá a 3,7%. México creció 4% y la proyección para el próximo año es de 3,5%. Brasil, por su parte, aumentó de 2,6% en el 2005 a 3,6% en 2006 y se espera un crecimiento de 4% para 2007. Colombia alcanzó 4,8% en 2006 y se proyecta con 4% para el año próximo.

Producción metalmecánica
El sector metalmecánico de la región presentó comportamientos diversos a lo largo de 2006. En México, por ejemplo, se evidenció el mayor crecimiento motivado, básicamente, por la producción automotriz que atraviesa por uno de los mejores momentos de la historia, debido en gran parte al fenómeno de la maquila. Algunos analistas mexicanos consideran que este subsector debe invertir más en productividad e incrementar el valor agregado, ya que por ahora el dinamismo está soportado mayoritariamente en el aporte de mano de obra.

Los proyectos de inversión en el sector metalmecánico mexicano están a la orden del día, lo que permite prever que el dinamismo continuará en los próximos años. Por ejemplo, varias terminales automotrices anunciaron en marzo de este año inversiones por 3.064 millones de dólares que serán destinados especialmente a la ampliación de mercados, modernización de las instalaciones y líneas de producción. Las exportaciones automotrices representan la quinta parte de las ventas externas totales de dicho país.

Por otra parte, en Chile, durante el primer semestre de 2006, la producción y las ventas físicas del sector metalmecánico aumentaron 4,7%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según informó la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas de ese país, Asimet. De acuerdo con la asociación gremial,las exportaciones de alambre de cobre, barcos, partes y accesorios de vehículos, entre otros, impulsaron el comercio del sector que para el primer semestre sumaban 1.084 millones de dólares. Para el total del año, se estima que las exportaciones alcanzarán 1.800 millones de dólares y que el crecimiento consolidado será de 18% frente al año 2005. Asimismo, el crecimiento de la producción total al finalizar 2006 puede estar entre 5% y 5,5%. Aunque los estimativos son alentadores, el sector creció menos de lo esperado al inicio de 2006, cuando se proyectaba un incremento superior a 6%.

En Argentina, según información del INDEC, los datos de la industria a mayo de 2006, muestran un comportamiento igualmente dinámico. En total el crecimiento industrial en los primeros cinco meses fue de 7,1%. Los sectores que más crecieron fueron automotores, cemento y materiales de construcción, que superaron el 20%. En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, las industrias metálicas básicas del país austral están trabajando al 96%, mientras que el resto del sector metalmecánico trabaja al 66% de su capacidad y el de vehículos automotores al 46%.

Brasil, por su parte, registró datos menores. De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, IBGE, el sector metalmecánico presentó un crecimiento de 1,42% en septiembre de 2006 con relación al mes de agosto. En el tercer trimestre de 2006, la industria en conjunto aumentó 2,7%. Dentro de las actividades que más contribuyeron a este comportamiento se sitúa máquinas y equipos que, tras retroceder 0,5% en el segundo trimestre del año, mostró una expansión de 5,3% al terminar el tercer trimestre. En el mes de junio, el sector automotor se vio afectado por la decisión de dos grandes empresas radicadas en el país de reducir su planta de personal. General Motors y Volkswagen anunciaron despidos de personal debido a la revaluación del real en los dos últimos años, situación que le resta competitividad a las exportaciones de automóviles. No obstante, en agosto siguiente, Volkswagen, después de firmar un acuerdo con el sindicato de los metalúrgicos, anunció que la dirección del grupo en Alemania aprobó un programa de nuevas inversiones.

Colombia, con un mercado más reducido que el de los grandes latinoamericanos, también registró un comportamiento favorable en el sector metalmecánico. Según Proexport, las exportaciones del sector entre enero y julio de 2006 registraron un incremento de 42,4%.

Lo que se espera de 2007
El panorama económico para América Latina durante el año que comienza parece estar despejado. Es probable que la bonanza comercial y el crecimiento mundial continúen, así como la tendencia de precios altos para los productos básicos y las materias primas. Sin embargo, se proyecta una reducción en los precios del petróleo, aunque es poco probable que desciendan más allá de los 45 dólares por barril.

De la misma manera, la inversión extranjera en el continente se encuentra en alza. A pesar de la tendencia revaluacionista de algunas de las monedas locales, varias empresas multinacionales siguen viendo en la región oportunidades interesantes que las motivan a invertir. Sobre todo, el bajo precio de la mano de obrasigue siendo uno de los principales incentivos. En este sentido, uno de los principales objetivos de la región en el mediano plazo deberá ser el de ofrecer mayor valor agregado para las empresas que se instalen en la zona. Se trata, entonces, de seguir atrayendo la inversión extranjera pero ligada a condiciones de estabilidad, más mercados y la posibilidad de incorporar bienes y servicios desarrollados dentro de la región para que hagan parte de los productos terminados.

Con el fin de mantener niveles estables de crecimiento y evitar una recesión en el futuro, los gobiernos y los empresarios de la región deberán diversificar el destino de las exportaciones, incorporar políticas más agresivas tendientes a mejorar la productividad e incrementar la inversión, lo que debe verse reflejado en mayores niveles de empleo, distribución de la riqueza y disminución de la pobreza.

Para el sector metalmecánico los retos son igualmente desafiantes. Mayores niveles de crecimiento en la producción y en las exportaciones deben ir acompañados de investigación y desarrollo, inversión y renovación tecnológica, capacitación y mejoramiento continuo del recurso humano, así como agresividad y creatividad en la búsqueda de nuevos mercados.

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