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Si bien la calidad es un factor que hoy en día se da por sentado, la tecnología y las prácticas orientadas a lograr mejores acabados en piezas metálicas siguen mejorando. Las tolerancias en industrias como la automotriz y, sobre todo, la aeroespacial, son cada vez más cerradas y el objetivo es cumplir con ellas, por lo que las mejoras en maquinados están orientadas hacia la erradicación del mayor número de procesos posible para obtener las dimensiones especificadas con la calidad de superficie más óptima.
Las tecnologías de la información se han convertido en un aliado ideal para materializar la búsqueda de mayores estándares. Los sistemas de control numérico (CNC) y los sistemas de manufactura asistida por computadora (CAM) ofrecen al operador gran precisión en el maquinado y también información que facilita el análisis del desempeño de cada proceso. Un aspecto inherente a la calidad también es el arranque de la viruta, el cual determina si el corte es adecuado o no. Por ello, en la edición Febrero – Marzo de Metalmecánica Internacional hemos seleccionado un tema relacionado con el “material de desperdicio” que, aunque se investigó pensando en aspectos de sustentabilidad, también muestra un estudio centrado en la búsqueda de la excelencia en función del cuidado de la viruta. El interesante artículo académico del Politécnico de Torino (Italia) expone una arista más de la evolución de procesos metalmecánicos y su perenne búsqueda por la calidad.
Este bimestre también abordamos temas relacionados con el crecimiento de la fabricación de automóviles, un sector que, como se cita anteriormente, enfrenta retos de cambios en diseño, mayor producción en menor tiempo y con alta diversidad, y con una elevada precisión en el ensamble. De la misma manera, este dinamismo exigirá que las empresas mejoren sus técnicas de producción e insistan en la reconversión de sus equipos con miras a obtener la calidad deseada. Los acabados, sin duda, serán protagonistas en 2018.
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